La disminución de la jornada laboral como base para la mejora de la productividad del trabajo y del capital, al tiempo que aporta al florecimiento de la vida social y a la oportunidad de capacitarse, son algunos de los beneficios que plantea el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su más reciente columna de opinión en El Espectador, bajo el título de “La jornada laboral”.
Según lo relata el columnista, la jornada de trabajo en nuestro país es anómala y se encuentra ocho horas por encima de lo recomendado por la Organización Internacional del Trabajo, así como de países europeos cuya media es entre 33 y 37 horas por semana, y de los países latinoamericanos cuyo promedio es de 44 horas.
“Colombia nunca ha atendido esta recomendación e incluso hubo extensiones de las jornadas en algunas áreas de la especialización del trabajo y una reducción de lo que se consideran horas extras durante la primera administración Uribe, que prolongó la jornada “diurna” hasta las 10 de la noche”, resalto Kalmanovitz.
El experto en Economía enfatizó que actualmente en Colombia un 30% de los trabajadores labora más de 48 horas a la semana, entre ellos los taxistas, los vigilantes y trabajadores de la salud, así como quienes se dedican a actividades informales.
Sin embargo, Kalmanovitz considera que llegar a la regulación de la jornada laboral es un reto por cuanto implica reducir los costos de formalización de los trabajadores, entre ellos las cotizaciones a salud y pensión, así como los aportes al Sena, el ICBF y las cajas de compensación.
