A pocos meses de las elecciones presidenciales y del Congreso de la República, algunos candidatos han utilizado como ‘caballo de batalla’ propuestas como la reducción de impuestos y tarifas planas. Según el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su más reciente columna de opinión en El Espectador, califica estas promesas no solo como irresponsables sino irrealizables, pues de llegar a concretarse, aumentarían la desigualdad en un país que per se es uno de los más inequitativos del mundo y que ostenta un déficit fiscal cercano a los 36 billones de pesos, cifra que aumentará el próximo año con la reducción de tarifas de la reforma tributaria promulgada en 2016.
Para Kalmanovitz, Colombia no puede ser más competitiva reduciendo impuestos, debido a que ello debilitará la seguridad, la infraestructura y el acceso a los servicios sociales, que de por sí ya son ineficaces.
De igual forma el columnista argumenta que, pese a que los gremios denuncian constantemente que las tarifas de impuestos en Colombia son los más altas del mundo, la realidad es que las personas naturales tan solo aportan el 1% del impuesto a la renta: “Según la Anif, el centro de estudios del grupo financiero Sarmiento Angulo, el recaudo tributario de 2017 arrojará menos de lo proyectado por la reforma tributaria, cuyo gran logro fue elevar el IVA al consumidor de 16 a 19 %, que será sólo 13,7 % del PIB”, ello debido a las múltiples exenciones tributarias.
El experto concluye que la elusión masiva de impuestos en el Gobierno de Uribe, basada en la errada política de confianza inversionista, llevó a generar un lavado de aranceles e impuestos, que pese a la disminución hecha por Santos, aún perjudica al país y es incongruente frente a los asalariados que sí pagan tributo.
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