Dos culturas, una vida: la historia de un inmigrante libanés en Colombia

La vida de Nazir Chahin, inmigrante libanés en Colombia, refleja la valentía de quien dejó su país en medio de conflictos para forjar un futuro en Espinal, Tolima. Entre viajes arriesgados, trabajo incansable y el arraigo de dos culturas, su historia muestra resiliencia, adaptación y legado familiar.

Nazir Chahin fue un hombre que se caracterizó por ser valiente y decidido. Nació el 6 de agosto de 1928 en el Líbano, un país que a lo largo de su historia ha enfrentado una gran cantidad de desafíos políticos y económicos. A pesar de los obstáculos, Nazir, a una temprana edad, decidió unirse al ejército nacional. Esta decisión no fue fácil: el país presentaba una clara falta de oportunidades laborales, y, como él, muchas personas se vieron en la necesidad de emplearse en el servicio militar o en otros trabajos gubernamentales.

Su país de origen tenía una población limitada y las principales fuentes de ingresos dependían, en gran medida, de labores relacionadas con el turismo, la educación y la policía. Esto se debía a la falta de recursos naturales y al territorio nacional reducido. Estas limitaciones provocaron que muchos libaneses decidieran trabajar en el extranjero.

Durante su servicio en el ejército, el país atravesaba una fuerte inestabilidad política. Hasta 1920, el Líbano había formado parte del Imperio Otomano, pero tras la Primera Guerra Mundial el imperio se disolvió. Después de su independencia en 1943, el Líbano se enfrentó a grandes conflictos civiles entre sus habitantes. Ante esta situación, los padres de Nazir decidieron enviarlo a Colombia para vivir con su abuelo, quien ya estaba establecido allí y tenía una situación económica favorable.

En 1953, Nazir viajó a Colombia en transporte marítimo desde el sur de Italia. El puerto de destino era Barranquilla, en ese entonces la principal puerta de entrada al país desde el Caribe. Su viaje no fue tranquilo: debido a las altas olas que golpeaban la cubierta del barco, existía el peligro de hundimiento.

Afortunadamente, Nazir y el resto de los inmigrantes recibieron chalecos salvavidas para protegerse en caso de que el barco se hundiera. La tripulación y los pasajeros permanecieron encerrados en el interior durante al menos 20 horas, desde las 6 de la tarde del 12 de enero de 1953 hasta las 4 de la tarde del 13 de enero de 1953. Finalmente, cuando el peligro pasó, las puertas se abrieron y las campanas sonaron para indicar que estaban fuera de riesgo.
 
Testimonio de Nazir sobre las vivencias ocurridas los días 12 y 13 de enero de 1953, a bordo del barco.
 
En ese momento, los pasajeros y tripulantes decidieron tomarse una foto todos juntos como un medio de identificación en caso de eventualidades. A pesar de todo, Nazir apareció en la foto sonriendo. Era una forma de ser reconocido más fácilmente por sus familiares, y reflejaba su actitud positiva y resiliente ante las dificultades.
 
Los inmigrantes que llegan a nuevos países en busca de oportunidades y una nueva vida han sido una constante en la historia. En este caso, Nazir llegó a Colombia y fue recibido por su abuelo Antonio Chahin en Espinal, Tolima, donde comenzó a trabajar en la venta de telas en su almacén y en los cultivos de arroz y algodón. Estas actividades económicas eran características de Colombia, un país reconocido por sus recursos naturales y diversidad cultural. El objetivo de Nazir era acumular capital y regresar al Líbano con una fortuna, demostrando su determinación. Al mismo tiempo, quería ayudar a su familia en el Líbano, lo que hablaba de su generosidad y buen corazón.
 
El almacén “Nazir Chahin” de telas importadas y nacionales, ropa para dama, caballero, perfumes y ropa interior. 
Tenía tres puertas que daban hacia la carrera sexta del Espinal, Tolima.
 
Nazir era una persona social y amigable, cualidades que lo hicieron muy querido. Era común ver su almacén lleno de clientes que, con el tiempo, se convirtieron en amigos. En el pueblo lo apodaban “el Turco”, pues su nombre les resultaba poco común.
 
Durante los 7 años que estuvo en Colombia, el país vivió una época de gran inestabilidad política marcada por la violencia. En 1953, el general Gustavo Rojas Pinilla dio un golpe de Estado al presidente Laureano Gómez e instauró un gobierno militar. Aunque Rojas promovió la modernización y la construcción de obras públicas, su gobierno también estuvo caracterizado por la represión a opositores políticos, sindicatos y estudiantes.
 
Afortunadamente, Nazir no vivió directamente la violencia, pero, como era costumbre, se informaba de los sucesos a través de periódicos y radio. Entre ellos estuvo la masacre de estudiantes universitarios en Bogotá en 1954. Estos hechos generaron manifestaciones contra la reelección de Rojas, lo que condujo a la restauración del régimen electoral en 1958 y al inicio del Frente Nacional.
 
Tras trabajar en Colombia, Nazir decidió regresar al Líbano en avión, lo cual representaba un cambio frente a su riesgoso viaje marítimo inicial. Sin embargo, lo esperaba una sorpresa: sus padres habían arreglado su matrimonio con su vecina Hebus Auad. Aunque a otras culturas este hecho pueda parecer extraño, en la tradición árabe los matrimonios arreglados eran comunes y buscaban compatibilidades culturales, religiosas y de personalidad.
 
Pasaportes utilizados por Nazir Chahin para viajar entre diferentes países durante su vida, principalmente entre Colombia y el Líbano.
 
Los padres de Nazir valoraban a Hebus como una mujer de familia, y los de Hebus veían en Nazir a un hombre trabajador y emprendedor, por lo que la unión resultaba conveniente.
 
En 1961, Nazir regresó a Colombia con su esposa para establecerse y formar una familia. A pesar de no conocer la cultura ni el idioma, Hebus se adaptó con rapidez, aprendiendo español leyendo periódicos y participando en actividades sociales.
 
En Espinal nacieron sus tres hijos: Elizabeth (1962), Brahim (1963) y Violette (1968). Su infancia transcurrió en un país marcado por el Frente Nacional y diversos conflictos políticos y sociales, como las masacres de Santa Bárbara (1963) y La Rubiera (1967), así como la creación del ICBF en 1968. En 1971, Hebus viajó al Líbano con sus hijos para visitar a su familia. Vivieron en Andaket, un pueblo rural donde la agricultura era la base de la subsistencia. Aunque carecía de desarrollo industrial, la comunidad era rica en tradiciones y valores familiares. Elizabeth destacó en sus estudios y aprendió árabe, francés y español.
 
Nazir sentado en la sala de su casa un domingo junto a sus hijos y esposa.

Durante esos años, el Líbano se encontraba en una situación crítica, con la presencia de 400.000 refugiados palestinos tras la Guerra de los Seis Días (1967), y el inicio de tensiones que derivarían en la Guerra Civil Libanesa (1975). Ante la amenaza creciente, la familia decidió regresar a Colombia en 1974.
 
En Colombia, Nazir continuó su vida laboral, pero en 1986 enfrentó serios problemas de salud. Tras un dolor en el brazo, fue diagnosticado con afecciones cardíacas en la clínica Shaio de Bogotá y sometido a una cirugía de corazón abierto con doble bypass, que resultó exitosa.
 
La guerra en el Líbano obligó a muchas familias a refugiarse en sótanos durante meses o años. La familia de Nazir también lo vivió, lo que les dejó cicatrices emocionales. Tras 15 años de conflicto, en 1990 se firmó la paz, aunque la reconstrucción fue lenta y el saldo humano devastador: entre 130.000 y 250.000 muertos y un millón de heridos. Con el fin de la guerra, la familia Chahin experimentó tranquilidad. Elizabeth se casó en 1994 y en 1996 nació su primer nieto, Samir. En 1997, Violette también contrajo matrimonio.
 
Lamentablemente, el 10 de abril de 2000, mientras trabajaba en su almacén en la Carrera Sexta de Espinal, Nazir sufrió un infarto fulminante. Aunque fue trasladado al hospital San Rafael, no fue posible reanimarlo. Su fallecimiento dejó un gran vacío en sus familiares y amigos. Para la comunidad del Espinal, Nazir siempre será recordado como un hombre trabajador, generoso y de buen corazón, que dejó huella al unir dos culturas en una sola vida.
 
Pertenencias dentro de la billetera de Nazir, el día de su fallecimiento.

Hoy en día, la comunidad libanesa en Colombia sigue siendo numerosa e influyente: se estima que entre 700.000 y 2,5 millones de colombianos son de ascendencia libanesa, lo que convierte al país en uno de los principales destinos de esta diáspora en América Latina.
 
Constancia de la residencia temporal en Colombia expedida por la embajada libanesa en Bogotá.
 
 
 

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.