La verdad es arcoíris, un camino que lleva a la paz

En el marco del reconocimiento de las víctimas del conflicto armado, se abre un espacio para el diálogo, la comunidad LGBTIQ+ cuenta los casos de violencia que sufrieron y que aun con la firma del acuerdo de paz siguen sufriendo día a día, sin embargo, la lucha por la reivindicación de una vida justa y digna es más fuerte, su cuerpo se convierte en un medio de expresión que busca la paz.  

***

“En el marco del trabajo con víctimas hay un enfoque restaurativo, pero a las personas LGBTIQ+ este enfoque no nos sirve. Es imposible para nosotros devolvernos a un pasado mejor, porque nunca lo tuvimos. Siempre que vayamos más atrás, estará mal nuestro pasado. Eso implica que, para que no vuelva a pasar, hay que construir un futuro posible, un futuro donde haya espacio para todas y todos, para las diferencias, para la diversidad.” Expresó a la Comisión de la Verdad el Líder social, artista y presidente de la organización LGBTIQ+.

Fuente: Informe Final de la Comisión de la Verdad. Enfoque de género.

Como se menciona en el Informe Final de la Comisión de la Verdad, la firma del acuerdo de paz no significó el fin de las injusticias y el maltrato contra las personas de la comunidad LGBTIQ+ (Lesbiana, Gai, Bisexual, Trans, Travesti, Intersexual, Queer y otras identidades), sin embargo, dio una voz para esta comunidad, creando un comienzo a una nueva era en la cual, la aceptación fue una parte importante para el perdón y la justica, que por muchos años se perdió durante el conflicto armado.

El apartado dos La Verdad es Arcoíris del Capítulo 6 del Informe Final: Mi Cuerpo es la Verdad, muestra la cara de la lucha que por muchos años ha estado oculta y denigrada por ser diferente a la impuesta por la sociedad, la comunidad LGBTIQ+ creó un proceso de reconocimiento diferente a los demás, en el que se aprecia el arte, la paz, el amor y una atadura rota frente a los prejuicios, demostrando cómo el amor es una herramienta en la lucha por la igualdad. 

La corporación que busca el reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual, expresiones e identidades de género diversas en Colombia, Caribe Informativo, da un relato a la Comisión de la Verdad, acerca de Evans, hombre trans, que vivía en la Comuna 13 de la ciudad de Medellín y aún no había iniciado su proceso de transición y que a su vez mantuvo una relación con una mujer, en ese proceso vivieron acoso y amenazas por parte de los paramilitares, las cuales se hicieron realidad, él cuenta que «En una ocasión, ellos intentaron violarla [a su pareja]; yo me resistí. Pataleé, grité y lloré. Lo hice tan duro que la gente de mi barrio fue por mí. Lo hice tan duro que intentaron matarme para silenciarme, para que no volviera a haber alguien como yo»

Fuente: Informe Final de la Comisión de la Verdad. La herida profunda en los territorios.

Como el relato de Evans, existen muchos casos de violencia por parte de los grupos armados que afectaron a familias. Las personas de la comunidad que criaron cuidaron y protegieron a sus hijos, han pasado por escenarios de vulneración, donde han luchado por resguardar la vida de sus hijos, que fue muchas veces violentada por causa de las FARC. Otra historia que marca esta época de violencia es la de Beatriz «fui víctima de violación sexual y embarazo forzado por parte de hombres bajo la comandancia de Tomás Medina, alias El Negro Acacio, de las FARC-EP. Años más tarde, ellos raptaron a mis hijos mellizos para vincularlos a las filas como “mandaderos”, puesto que ellos consideraban que yo como madre de ellos «no podía criarlos. Al advertir la situación por la que vivían y con el ánimo de defender la vida de mis niños, fui a buscarlos, pese a las amenazas que recibí en varias ocasiones. La osadía que pase como mujer y madre es una muestra de la convicción de cómo maternar o paternar es un derecho, independientemente de la sexualidad o del género». Estos relatos de vida demuestran, la firmeza y el valor de la representación de madres y personas de LGBTIQ+ donde en medio del combate armado se convirtieron en el vínculo familiar y social como destinatarios e hilos conductores en los territorios. 

La construcción de la paz en medio del perdón 

«El cuerpo, primer territorio de paz» un lema que formó parte de un reconocimiento de la comunidad LGBTIQ+ en medio de los acuerdos de paz de La Habana, busca un nuevo comienzo con dignidad. Organizaciones y plataformas que ayudan en el fortalecimiento de los sectores populares y la construcción de la paz, como Planeta Paz, entidad que ayudó a darles una voz en este proceso, guiándolos por un camino marcado en grandes pasos, dividido en varios momentos y reuniones en diferentes partes y comunidades del país, enseñando mecanismos innovadores, para que la resistencia no fallará en medio del conflicto. Algunas de estas herramientas fueron las charlas pedagógicas, encuentros, recorridos por territorios del país, obras de arte y campañas de visibilización, que poco a poco crecieron, hasta lograr un espacio en los diálogos de paz, gracias a esto se logró trascender y tener un lugar en esa mesa. En 2014 se instaló la subcomisión de género en los diálogos de paz que se adelantaban en La Habana Cuba, los primeros en el mundo que incluyeron una instancia de este tipo. A ella fueron invitadas, en febrero de 2015, varias personas LGBTIQ+ expertas, para que lanzaran sus propuestas sobre la mesa, en especial respecto al tema de víctimas. y así lo registró la organización Sentido:  

«El 27 de enero se llevó a cabo la primera reunión entre los sectores LGBT y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. El propósito de este encuentro fue empezar a construir una agenda de trabajo conjunta, como parte del proceso de paz que actualmente se adelanta entre el gobierno nacional y las FARC-EP [...]. Allí, representantes de organizaciones LGBT tuvieron la oportunidad de compartir sus inquietudes y recomendaciones en la construcción de agendas de paz. Como un segundo paso en el proceso de acercamiento a los sectores LGBT.»  Es así como este espacio creado obtuvo el reconocimiento que merecía y obtuvo una justicia, dando voz a cada una de las personas, las cuales perdieron sus derechos humanos en medio del conflicto armado.

Fuente: Informe Final de la Comisión de la Verdad. Que se Sepa que Nosotras Resistimos

En este proceso, las entidades de apoyo frente a los casos de violencia, como lo son Colombia Diversa y la Fundación Santa María, junto a la comunidad LGBTIQ+, han apostado a la investigación del derecho y restauración de la memoria en el ámbito del enfrentamiento armado, brindando asistencia psicológica, jurídica en conjunto a un  acompañamiento en el momento del relato de sus historias, en este transcurso de recolección, la Comisión de la Verdad destacó la dedicación de cada una de estas organizaciones por la entrega de informes, pruebas y casos, Por último, la Comisión afirmó que ser, habitar, estar y mostrar la diferencia, es una resistencia. Un ejemplo que demuestra cómo esta comunidad trascendió en su lucha, es la canción Colombia me llora por Eco del Tambo, expuesta como una apuesta sonora y visual del Bullerengue Disidente. Nació de la recopilación de testimonios de violencias basadas en género en el marco del conflicto armado en Colombia. Creando un homenaje a las diversidades y la existencia Negra. Voces, lamentos y Fandangos que desde la disidencia sexual y de género encontraron un lugar para resignificar el Ser y Estar en los territorios que habitan. Una construcción liderada por cuerpos que disiden; madres y padres jóvenes, identidades, expresiones, edades, géneros y profesiones, que apuntan a la reconstrucción de un tejido social desgastado, a la manifestación de una memoria viva y la invención de nuevos imaginarios que no produzcan violencia. En esa interpretación, el cuerpo se aleja del régimen sexual y crea una lucha sólida de reconstrucción en las personas LGBTIQ+, después del combate armado.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.