¡Ruanas on!

Una prenda mística, un hermoso telar
Una capa mágica que va sin cardar
Olor a tierra y color de ciudad
Que son las alas de mi libertad.

Partamos del concierto en el Beacon Theatre en Nueva York, 2006. ¿La canción? Paint It Black. Empieza con un solo de guitarra de Ron Wood, continúa con un show de luces y la unión de la batería de Charlie Watts, el bajo de Keith Richards y la voz de Mick Jagger: un verdadero show magnífico para los asistentes. Ahora, vamos al 2014, en un estudio de música en Bogotá. La misma canción es interpretada por cuatro hombres con una guitarra, un requinto, un tiple y una guacharaca, instrumentos típicos de uno de los géneros de música folclórica más jóvenes del país: la carranga. Cada interprete lleva puesta una ruana. Entonces ya no se trata de Los Rolling Stones, son Los Rolling Ruanas, que fusionan el folclor andino colombiano con el rock británico.

Los protagonistas de esto son Juan Diego, Luis Guillermo ('Memo'), Fernando ('El Padrino') y Jorge Mario; tres bogotanos y un huilense que desde 2014 llevan a cabo un sueño que ha sido fortalecido por la ruana boyacense, de tal forma que ha generado un refuerzo en sus ideales, la cultura, tradición y música que representan en busca de un reconocimiento por el público en general sobre la carranga y la importancia de los géneros populares y tradicionales de Colombia.

Fernando, sentado en uno de los parques del barrio que lo vio crecer, con un tono tranquilo y convencido dice: “La gente ama la carranga y ni siquiera lo sabe.”

Los Rolling Ruanas en ensayo. (Foto: Ana María Sánchez)

La ruana

Es una manta que cubre desde los hombros hasta debajo de la cintura y es usada principalmente en las zonas frías del país. Similares a los ponchos chilenos o los zarapes de Nueva España, la ruana es considerada una fusión de los chircates indígenas con los capotes españoles como resultado de la colonización. Ha sido una prenda que ha recibido desprecio a lo largo de la historia de Colombia con factores tales como los inconformismos dados en Bogotá entre los ruanetas (artesanos que además se oponían a una sociedad clasista) y los cachacos (citadinos de la capital); o como uno de los decretos realizados en 1936 bajo el mandato del entonces alcalde de Santa Fe de Bogotá, Jorge Eliécer Gaitán, donde se prohíbe el uso de la ruana y las alpargatas. Sin embargo, como se demostró en 1986, tras el regalo de una de ellas al Papa Juan Pablo II, la ruana ha tomado un papel representativo de afecto y reconocimiento para distintas personalidades como las entregadas en 2014 al Rey Juan Carlos de España y a finales del mismo año, al Príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila.

Para inicios del siglo XX, el municipio de Nobsa en el departamento de Boyacá, es proclamado la capital mundial de la ruana. También tiene diferentes representaciones: por un lado, el Día Mundial de la Ruana, festival que se celebra entre finales de junio e inicios de julio y, por otro lado, el Festival Nacional de la Ruana, que se celebra entre la segunda y tercera semana de mayo en el municipio de Paipa, en Boyacá.

La ruana ha sido inspiración para diferentes agrupaciones como Velo de Oza, que en 2013 hicieron una canción en su honor: “Ruana linda, ruana e lana/ Manta hermosa, así es mi ruana”, canción que tuvo trascendencia; ya que, en su video, aparecen artistas colombianos como Carlos Vives, Pirry, Tostao, así como personas del común disfrutando lo que es portar la ruana boyacense; en el video también se muestra el proceso de fabricación de estas. El grupo expone con orgullo de “la prenda ícono del corazón de Colombia”, como ellos lo mencionan en la descripción del video.

La ruana ha llegado incluso a ser representación del orgullo, como ocurrió en 2014 tras la participación ganadora del ciclista boyacense Nairo Quintana, cuando se comercializaron ejemplares rosadas (mismo color del uniforme del ciclista) y que fueron llevadas junto con una muestra cultural a la capital.

Por otro lado, en 2009 el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) consideró esta prenda como un artículo de primera necesidad; esto ha beneficiado a tejedores como Mario Lozano quien en su empresa de tejeduría y comercialización de la ruana, localizada en Nobsa, reconoce y agradece que por la producción y venta de estas, ha podido darle estudio a sus hijos.

Telar de punto de más de 60 años. Nobsa, Boyacá. (Foto: Ana María Sánchez)

Los Rolling Ruanas

La historia de esta agrupación se remonta en la infancia de Fernando Cely y Luis Guillermo Gonzáles, cuando estos dos tomaban clases de guitarra. Allí desarrollarían su gusto y arraigo por la música tradicional. En la universidad, se conocerían Jorge Mario Vinasco, Juan Diego Moreno y Fernando Cely, los dos últimos formaban un dueto llamado “Juan y Fer”.

Para el 20 de febrero de 2002, deciden que hacer un formato carranguero dentro de su concierto en el Auditorio del Museo Nacional con un aforo de 255 personas. Al ver la reacción positiva por parte del público y su gusto por el género folclórico que estaban representando, deciden empezar a estudiar. Más adelante, tendrían un evento carranguero para una boda, para lo cual Jorge Mario tocaría el tiple, Fernando el requinto, Juan Diego la guacharaca y llegaría Luis Guillermo a tocar la guitarra.

Fernando recuerda con emoción y brillo en los ojos sus primeros ensayos: “Yo quería llorar de lo chévere que sonaba, era algo nuevo para nosotros y fue tan contagioso”. Entonces surgió la necesidad de encontrarse cada ocho días y empezar a darle forma al proyecto e Los Rolling Ruanas. En uno de los tantos ensayos, Jorge Mario hizo mal un acorde, similar a uno de A Hard This Night de Los Beatles; así lo vio Fernando y lo compartió con el resto del grupo, hasta que un día decidieron adaptarla al ritmo de la carranga, la grabaron y subieron el video a su página de Facebook, que para ese entonces tenía cerca de cien seguidores, por lo cual no llegó a mucha gente.

Tiempo después subieron una adaptación de I Was Made For Loving You, de Kiss. El video se multiplicó a tal punto que incluso la agrupación Kiss los compartió en su página. La acogida que recibieron, no sólo en la red social, sino como agrupación gracias a que los buscaban para que tocaran en diferentes eventos y medios de comunicación para realizarles entrevistas, implicó mayor dedicación por parte de los músicos frente al proyecto.

Primer concierto en formato carranguero en el dueto Juan y Fer, 2009, Auditorio Museo Nacional. (Foto: Archivo Digital Los Rolling Ruanas)

La exploración de esta fusión empieza desde las raíces de los artistas: boyacenses en Fernando, santandereanas en Luis Guillermo, huilenses en Jorge Mario y bogotanas en Juan Diego. Su recorrido empezó con el EP “Orígen”. Allí, en su primera canción homónima de la agrupación se presentan y responden su orgullo como bogotanos interpretando música boyacense:

Dizque por la capital no hay sino ruido y adrenalina
no hay ni un trisitico de música campesina
Que no hay sino reguetón y bachata pa’ echarse la bailadita
y cualquier payaso se hace llamar artista
Pues yo les tengo la solución -es otra opción- pa’ que se enrumben si se les viene en gana
¿Quieren saber quiénes son esos fulanos?
Nosotros somos, somos, somos, Los Rolling Ruanas.

Fernando afirma que una de las canciones que más conectan al público es ‘Dueña de mi historia’ y reconoce que los ha hecho llorar en el escenario al ver su respuesta: “No se sabe con qué historias la gente se conecta con nosotros”. Con la vista en el horizonte, recuerda un evento en Villamaría, Caldas. Allí empezó a lloviznar y el público empezó a dispersarse, desde el escenario podían ver a una mujer y, con emoción, una mirada profunda y ojos llorosos, Fernando recuerda: “No le importaba la lluvia y ella cantaba, cantaba y lloraba”, se queda un momento en silencio recordando y afirma: “Ese es el mejor pago.”

La ruana para los Rolling

Más allá de la exploración de la música campesina a través de una ‘evolución’ de la carranga y la búsqueda de enaltecer el legado de sus ancestros, los Rolling Ruanas buscan, como afirma Luis Guillermo, comunicar el bagaje histórico de la ruana, cambiar su contexto y en su posición de artistas, sienten el deber de llevar la voz de quienes representan. Los cuatro están de acuerdo con que, por medio de su música refuerzan sus raíces y ayudan al fortalecimiento de la identidad musical y cultural colombiana. Llevan encima el peso de la ruana y todo lo que portarla representa, principalmente para la cultura y la población cundiboyacense.

Haciendo alusión a la película Hombres de Negro III, Luis Guillermo recuerda e interpreta a Boris ‘El animal’, porque sus uñas se aferran al suelo: “Yo me pongo la ruana y me paro más grande, más fuerte”. Fernando reconoce que hay quienes creen que su música no es carranga al no ser oriundos de Boyacá y responde a estas opiniones con un tono simple y directo: “Nosotros estamos representando una cultura, eso se lleva en las venas, igual estamos muy cerca y las costumbres cundiboyacenses ahí están.”

Y es que, si de costumbres se trata, Luis Guillermo trae a colación los dichos y su importancia en la forma en que se recuerda a la familia y dice, firmemente, con un tono sobrado y tranquilo: “Finalmente no es dónde se nace, sino cómo lo crían a uno.”

Colección de ruanas para la venta, Nobsa, Boyacá. (Foto: Ana María Sánchez)

Pero, ¿por qué el bogotano cree que es malo serlo?, ¿por qué cuando se le pregunta por su lugar de procedencia, responde con un <Yo soy de Bogotá, peeero…>?, ¿Tiene algo de malo ser de Bogotá? Ellos, por su parte, responden con su canción Carrantá: Le digo a los paisanos/ También al forastero /Que mi nevera tiene mucho sabor /Y si no le gustó vuélvase por donde entró/ Que mi nevera tiene mucho sabor/ Y que lo sepan todos/ Soy rolo y a mucho honor, ¡carajo!

Como artistas que representan y visibilizan la música campesina en otras ciudades del país, e incluso en el exterior, afirman tener la misión de unir a la gente, de tejer sociedad y que, por medio de ellos, se le dé visibilidad al campesino y a una de sus prendas más representativas y tradicionales. Quieren, como dice Fernando: “Que la ruana sea una putería de prenda”. Jorge Mario, por su parte, asegura que la aceptación del público los ha llevado a tener una colección de diez ruanas y querer tener muchas más.

Su colección de ruanas empezó con préstamos de amigos y familiares. Las primeras las adquirieron en 2015, en una exposición en la ciudad de Bogotá y aquellas, las usarían en la carátula de su EP Origen. Luego consiguieron cuatro bancas en Bogotá y las enviaron a Villa de Leyva para que las tiñeran de rojo, esta se convertiría en una de sus favoritas. Para el lanzamiento de su segundo álbum ‘La Balada del Carranguero’, adquirieron su cuarta ruana, color beige y con degradé entre negros y azules. En 2016 fueron invitados a Los Premios Shock, ocasión para la cual repitieron el proceso de las rojas, pero para la cual, el color que decidieron sería el negro.

En 2017, Los Rolling Ruanas viajaron a Nobsa, donde compraron lana amarilla y mandaron a hacer sus cuatro ejemplares, estas los arroparían en el Rock al Parque de ese año. Más tarde hicieron parte del festival del Día Mundial de la Ruana, donde les fueron obsequiadas cuatro blancas y en las que intervendría el diseñador bogotano Leonardo Hidalgo, quien identificado y motivado por el altiplano cundiboyacense y sus paisajes, buscó exponer la identidad como patrimonio. Esta intervención se evidencia en el video musical de la canción ‘Hoy para siempre’, en el cual están acompañados por Mesié Periné. Luego obtuvieron las ruanas grises con las que se presentan en el videoclip de ‘Fan Django’, primera canción de su último álbum ‘Sangre Caliente’; para el lanzamiento de este, del diseño y la elaboración se encargó Leonardo Hidalgo, creando una ruana de colores azul, verde y amarillo, y la cual los acompañaría en su gira por Estados Unido. Por último, cuatro ruanas como obsequio del alcalde de Nemocón tras la visita de la agrupación en el municipio.

Las nueve Ruanas que hacen parte de la colección propia de la agrupación. ( Foto: Archivo personal de los Rolling Ruanas)

Juan Pablo y Don Luis

Una mañana fría, frente a un café de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá se encuentra Juan Pablo Bermeo usando, junto con su vestimenta casual, una ruana beige. Habla sobre la funcionalidad de esta prenda para él como estudiante matutino y ciclista; sobre la trascendencia que le da la agrupación a esta prenda, de la importancia con respecto al contexto que se representa: “Si para ellos es algo significativo como símbolo, pues está muy bien porque no es solo que se lo ponen sino que lo van a representar con su música”.

Don Luis Eduardo Sánchez, un señor de 83 años, oriundo de San Miguel de Sema (municipio ubicado en el occidente del departamento de Boyacá), y radicado en la ciudad de Bogotá. Asegura que sus padres eran amigos de la familia de Jorge Velosa. Está en la comodidad de la sala de su apartamento, acostumbra usar pantalones de paño, zapatos de charol, camisa, saco y, en las noches, ruana. Dirigiendo su mirada hacia el frente y su mano izquierda hacia su rostro pensativo, cuenta la historia de Jorge Velosa y con asombro habla de la erudición de este, de su creatividad para cambiar el contexto de la música campesina a tal punto de crear la carranga, de la forma en la que un estudiante de medicina veterinaria se pudo unir con otros artistas y darle forma a sus ideas. Habla de la importancia de la ruana y recuerda su infancia: “Eso toda la vida la ruanita; para uno era su ruanita chiquita y su sombrero.”

Conoce a Los Rolling Ruanas, tal vez por alguna de las publicaciones que ha hecho el periódico que acostumbra a leer a diario, y se pronuncia al respecto “eso hay gente que inventa cosas, ahorita ya van a salir los carros que vuelan; son cosas que la gente se ingenia y que gustan, mire dónde llegó Jorge Velosa inventando; y si ellos lo hacen y gusta, eso es lo importante y que representen lo que quieran representar”.

Don Luis Eduardo Sánchez en su apartamento en la ciudad de Bogotá. (Foto: Ana María Sánchez)

El ensayo

En la tarde de un lunes Los Rolling Ruanas se encuentran en Raag Sound, el estudio que los ha acogido desde 2014. El primero en llegar es Jorge Mario, usa jean azul oscuro, camiseta negra, tenis, y ruana gris oscura, está sentado tocando el tiple, ensayando algunas canciones. Luego llegan Luis Guillermo, quien tiene un estilo relajado y usa camiseta negra, jeans oscuros y tenis, y Fernando, con jeans oscuros, tenis y una camiseta alusiva a Los Rolling Ruanas. Se saludan y empiezan a organizar su lugar de trabajo, sus instrumentos y sus pedales musicales.

Mientras se organizan llega Juan Diego con un atuendo tranquilo pero con un toque elegante: camisa azul oscura, jean negro y botas beige; se instala y empieza el ensayo. La primera canción que tocan es ‘Al Caer el Sol’; luego se disponen a tocar y dialogar entre ellos sobre una composición en proceso. Juan Diego habla de su día a día, de la importancia de la agrupación más allá de como banda, como empresa y las responsabilidades que esta acarrea: “Lo que es hacer gestión, contabilidad, mercancía, algunas entrevistas, componer, como tal hay mucho por hacer.”

Más tarde tocan Rajaleña, canción para la cual es muy importante el uso de sus pedales de efectos para crear la variedad en los sonidos que la caracteriza y que representa también a su último álbum por la serie de fusiones, no solo entre el rock y la carranga, sino con otros géneros musicales del país. Luego siguen componiendo y preparando su presentación para el Festival Nacional de Música Colombiana, en el que participarían el 24 de marzo. Hablan de los nervios y la ansiedad que les despierta el show en vivo y que generan el compartir escenario con otros artistas y de cómo varían estas emociones, según Juan Diego: “Hay shows donde salimos a cantar con más nervios porque hay más gente, o porque el público es más grande”; pero hay otro ángulo, y es el de la motivación que reciben los artistas al momento de salir a tocar, por su parte, el vocalista habla de ver la respuesta positiva del público ante ellos y cómo han recibido motivación por parte de ellos, Juan Diego asegura: “La gente lo sigue a uno con mucha expectativa de ver qué más va a hacer la banda, eso es muy chévere y eso me motiva mucho a mí.”

Carátula del EP Origen, 2014. (Foto: Archivo de Los Rolling Ruanas)

Hacia las cuatro de la tarde termina el ensayo, entonces tocan una de las canciones que hace parte de su primer EP y que además es una de las que más gustan al público y que cuyo videoclip cuenta con más de 613.000 reproducciones en Youtube: Ruanas On.

Empiezan a sonar el requinto de Fernando y el tiple de Jorge Mario a la par, se adjunta la guitarra de Luis Guillermo, pocos segundos después se suma la guacharaca y seguidamente, la voz de Juan Diego. A continuación, una rumba campesina constante, claramente con el sello de la agrupación, dos minutos más adelante se escucha el “paadriinoooo” de Juan Diego y posteriormente, un solo de requinto. Suena el coro de la canción:

Porque esta fiesta es con traje de lana
pa’ que lo bailen de Tunja a Tijuana
Y que lo gocen con Los Rolling Ruanas
Sooooo
¡Put your ruanas on!

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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