Sarah: un salto más cerca de cumplir un sueño

La porrista de 14 años sueña con obtener una beca en el exterior que le permita cursar sus estudios universitarios y continuar en el deporte que le apasiona. Su historia evidencia los retos y obstáculos que enfrenta el porrismo en Colombia.

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En el gimnasio se escucha el eco de las voces que, al unísono, hacen un conteo mientras un grupo de diez niñas —de 7 años aproximadamente—, practica saltos en una cama elástica ubicada al fondo del lugar. Al costado derecho, otras seis menores se turnan para hacer saltos mortales sobre una colchoneta, ayudadas por tres jóvenes un poco más grandes que ellas. 

En el centro del recinto hay un grupo de 15 adolescentes que han entrenado por tres horas sin descanso. A pesar de su cansancio, las porristas depositan la energía que queda en sus cuerpos en cada movimiento que hacen. De repente, las adolescentes gritan:

“¡Con poder y pasión, de Colombia es lo mejor. Orgullo nacional, Spirit All Stars!”

Los aplausos de padres de familia y de las demás deportistas retumban en las paredes del gimnasio, que exhiben trofeos de primer y segundo lugar, obtenidos en diferentes campeonatos. Están emocionados, saben que un espectáculo va a comenzar. Con el sonido de la música inicia la rutina que han practicado: las porristas danzan, hacen giros y acrobacias. Ahí está Sarah —de 14 años— que, mientras grita a todo pulmón, no para de sonreír. Está en su lugar seguro.

Entrenamiento del Team Colombia Youth 3 en Bogotá.  Foto: Juanita Fuentes Martínez.

El origen

Los padres de Sarah intentaron despertar en ella, desde muy pequeña, amor y pasión por algún deporte. Probaron con el baloncesto, pero a ella no le gustó: en menos de dos meses se negaba rotundamente a continuar. Su hermana mayor practicaba natación, así que pensaron que, al verla allí, este deporte sí le gustaría. Pero, después de seis meses, Sarah se aburrió de las piscinas y pidió que la sacaran del equipo al que pertenecía.

Resignados, sus padres decidieron esperar a que ella escogiera un deporte para practicar. Y así fue. Una tarde, viendo películas estadounidenses como Bring it on: in it to win it, descubrió lo que unos meses después se convertiría en su primer amor y principal motivador. 

Han pasado siete años desde que Sarah empezó a practicar el porrismo, nunca ha tenido la intención de parar. María Victoria, su mamá, la describe como una niña muy competitiva que encontró una manera sana de liberar sus emociones: “Sarah ‘quema’ toda la rabia o la tristeza que hay en su interior cuando realiza gimnasia; transforma toda esta negatividad en un motivador para avanzar en este deporte”.

Sarah, campeona en el Cheerleading Masters Company en junio de 2019. Foto: Humberto Enrique Pineda.

Hoy es una de las mejores en su disciplina y forma parte del equipo de la Selección Colombia de Porrismo Nivel 3. Ha sido un reto para ella, pues con cada nivel aumenta la dificultad técnica. Así lo explica Sarah: “En la Selección, los pasos tienen que ser muy fuertes, muy técnicos. Aquí ya no importa tanto el baile”.

Desde el 2016 entrena en el club Spirit All Stars en Bogotá. Eduardo Cuervo, su entrenador en el club y en la Selección Colombia Team Colombia Youth 3, asegura que Sarah “tiene muy buen potencial, tiene facilidad de aprendizaje y cumple con las expectativas que se tienen cuando la cambias de rol”.

Cuervo se refiere a las cinco posiciones que se ocupan en el porrismo: flyer, base, cuidador, poste y central. La flyer realiza elementos de equilibrio y flexibilidad cuando cuando está en el aire. Es lanzada y atrapada por una base, mientras el cuidador está alerta, por si cae. El poste, es una flyer que carga a otra porrista a una altura considerable. Y, por último, la central baila y hace gimnasia durante la rutina.

Sarah asiste al club cuatro o cinco veces a la semana, lo que equivale a 10 o 14 horas de entrenamiento.  Asegura que el amor que siente por el porrismo es más grande que el cansancio y el estrés de sus días malos.

Sarah durante la competencia Capital Cheer Colombia en Santa Marta, noviembre de 2022. Foto: Capital Cheer Colombia.

Los retos económicos

María Victoria Martínez y Humberto Enrique Pineda, los padres de Sarah, anhelan que pueda ganar una beca en el exterior que le permita seguir practicando porrismo. Durante años han hecho esfuerzos económicos para apoyar e impulsar su carrera, pero no siempre es sencillo.

Mensualmente deben destinar al menos 300 mil pesos que, según Diego Calderón, administrador y miembro del club, cubre los gastos de su mantenimiento, el pago a los entrenadores, las inscripciones a campeonatos, viajes que se realizan cuando las competencias son en otras ciudades, el costo de los uniformes de entreno y de competencia, las clases personalizadas para mejorar su técnica y terapias por lesiones o accidentes durante las prácticas. 

La cifra puede ser mayor en temporada de campeonatos, concentraciones, campamentos o tryouts. En estos dos últimos espacios, las deportistas tienen la oportunidad de mostrar sus habilidades a otras ligas y clubes para poder ingresar a la Selección Bogotá o la Selección Colombia. En ocasiones, estos eventos se dan simultáneamente en periodos cortos de tiempo y los padres pueden llegar a pagar entre uno y dos millones de pesos. 

El reto económico no es solo para las deportistas y sus padres. César Calderón —dueño y director de Spirit All Stars—, inició con el club hace 19 años, pero adecuarlo como gimnasio de porrismo le tomó cerca de ocho, debido a que todos los materiales e implementos que los deportistas utilizan en la disciplina deben ser importados desde Estados Unidos. “La manutención de este espacio es de más o menos 22 millones de pesos mensuales, entre entrenadores, el pago de arriendo, los servicios y los gastos de los implementos”, comenta Calderón.

Sarah y sus padres, al finalizar un entrenamiento del Team Colombia Youth 3 en el Centro de Alto Rendimiento. Foto: Juanita Fuentes Martínez.

Un deporte practicado en orfandad

Gloria Gonzáles y su hija Isabela Acuña —integrante del Team Colombia Youth 3—, aseguran que es necesario recibir apoyo económico por parte del Estado colombiano. Argumentan su postura con un ejemplo: para el Mundial de Porrismo organizado por la Unión Internacional de Porristas (ICU, por sus siglas en inglés), los padres pagaron 1.700 dólares para cubrir los viáticos de cada niña y dividieron el pago de 500 dólares para la inscripción al campeonato.

Adicional a esto, cinco madres deben viajar con el grupo pues todas son menores de edad, lo que supone gastos extra de hospedaje, alimentación y transporte. 

Federación Colombiana de Porrismo (Fedecolcheer) tiene como objetivo fomentar, patrocinar, supervisar y organizar la práctica del porrismo en Colombia. No obstante, llevar a cabo estas actividades supone un reto para el comité ejecutivo de la entidad. Wilfredy Díaz (vicepresidente), Kenneth Cruz (secretario general) y Eduardo Cuervo (entrenador), junto a los padres y tutores de las 18 niñas que conforman el Team Colombia Youth 3, han buscado distintos medios para recaudar fondos. Han contactado patrocinadores, han creado “vakis” para que las personas puedan aportar dinero de manera remota y han hecho pequeñas ferias de productos de todo tipo.

Imagen en apoyo al Team Colombia Youth 3 en campeonato mundial Unión Internacional de Porristas Foto: Fedecolcheer.

Los familiares y entrenadores consultados para este artículo coinciden en que se sienten inconformes y olvidados por el gobierno: “En Colombia, si no es fútbol o ciclismo, no lo miran a uno. Para Colombia no existimos”, a pesar de que se ha logrado representación en torneos internacionales:

  • En 2019, la Selección Colombia Team Colombia COED Élite 6 fue campeona del Mundo en el ICU.
  • En 2022, la Selección Colombia Team Colombia COED Premier 7 ocupó el tercer lugar en el Campeonato Panamericano de Porrismo en Chile y segundo lugar en la Copa Americana.
  • En 2022, la Selección Colombia Team Colombia Junior All Girl Advance 4 ocupó el tercer lugar en el Campeonato Panamericano de Porrismo en Chile y primer lugar en la Copa Americana.

Según Eduardo Cuervo, miembro de Fedecolcheer y entrenador de la Selección Colombia Youth 3, para que el porrismo reciba más apoyo económico por parte del Ministerio del Deporte, Colombia debe ingresar al Comité Olímpico Internacional (COI).

Las porristas del club Spirit All Stars consideran que el Estado debería darles el mismo apoyo que brinda a otros deportistas. Sarah insiste en que el porrismo en Colombia tiene un gran potencial y asegura que, si contara con los recursos necesarios y suficientes, podría ser el puente perfecto para que las futuras generaciones en esa disciplina tengan más chances de obtener becas en el exterior.

Sarah sueña con llegar a Estados Unidos, la cuna del porrismo, con una beca que le permita cursar sus estudios universitarios y seguir practicando el deporte que le apasiona.

 

 

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