El cineasta Joao Pedro Rodrigues aconseja a sus estudiantes
El director de cine portugués Joao Pedro Rodrigues, en unión a Joao Rui Guerra Da Mata, visitan por primera vez el país para dictar un taller de cine intensivo de 60 horas en las instalaciones de Utadeo, donde no pretenden dar teoría sino dejar en sus estudiantes un mensaje claro “como en todas las artes, lo más importante viene con la práctica; y el mensaje más importante es creer en sí mismo, cada uno debe tener un sello personal, no se deben hacer concesiones, creo mucho en la integridad artística”.
A lo largo de su corta pero intensa filmografía ha demostrado coherencia hacia sí mismo y su obra, las cuales conectan dramas que mezclan lo obsceno, lo extravagante, lo realista y lo fantástico; también en éstas la sexualidad y el género cobran especial importancia, “yo me preguntaba mucho por qué no había una representación del deseo en el cine más abierta, ya que en la historia del arte es muy importante el desnudo, es un tema clásico. Me interesaba filmar un cuerpo humano y todas sus partes, como se filma una cabeza, se filma un pie, y se filma el sexo también de la misma forma y con la misma naturalidad, porque es también una forma de ultrapasar algunos tabús de la representación del cuerpo”.
Su primer largometraje fue considerado como una obra de ruptura. Fue la primera película portuguesa en representar explícitamente la homosexualidad. A nivel internacional, como parte de la competencia oficial del quincuagésimo séptimo Festival de Cine de Venecia, Entrevues que fue galardonado como mejor película en el Festival Internacional de Cine de Belfort y Festival de Nueva York.
¿Cómo inicio su carrera en el cine?
Primero estudié biología, quería ser ornitólogo cuando era niño, pero a los 15 años empecé a visitar mucho la cinemateca de Lisboa, ciudad donde vivía y vivo actualmente, y el cine trazo otra ruta en mi vida. Seguí estudiando biología pero definitivamente interrumpí la carrera por el cine. Empecé como asistente de direcciones de montaje, y cuando tenía 30 años hice mi primer cortometraje profesional, fue muy importante haber aprendido en la práctica antes de hacer cine.
¿Qué prefiere los cortometrajes o los largometrajes?
Creo que todo es igual, lo cortos de los largos, hasta ahora he realizado 5 largometrajes, 4 solo y uno con Joao Rui Guerra Da Mata. Normalmente cuando la gente empieza a hacer largos deja los cortos, pero yo creo que los cortos son como una forma de experimentación; como son pequeños formatos, se puede experimentar con otros lenguajes, más libres, que atraviesen fronteras entre la ficción y el documental. Da Mata vivió en Macao cuando era niño, por esa razón disfrutamos hacer películas asiáticas, y ya habíamos empezado a contar historias con personajes chinos en Lisboa, pero siempre ficciones, pero tuvimos la oportunidad de ir a Macao y hemos hecho ficciones y documentales, pensando en nuestra mirada a ese territorio, a la China, y cómo las memorias, sus memorias, son el resultado de las vivencias juntos.
¿Una de las experiencias más agradables en su trabajo?
Estoy contento de haber hecho todas mis películas, pero me ha gustado mucho estar en Macao, hemos estado 6 meses rodando, un equipo muy pequeño, todo un lujo, pero lo queríamos hacer así. Pudimos descubrir la ciudad con más tiempo, lo que fue importante para el resultado final de la película, una que en una primera idea era más documental pero se transformó completamente en una ficción, pero en una ficción un poco particular y experimental.
Háblenos de su primer cortometraje Parabens
Ese fue mi primer cortometraje profesional en el año 97, estuvo en competencia en el Festival de Venecia, donde resulté premiado. Fue una película rodada en mi casa, para mí siempre es importante hablar de lo personal, tener una especie de honestidad mirándome a mí mismo y mirando al mundo, y yo creo que es la única forma de hacer cine o hacer otra disciplina artística. Fue importante porque fue el primero, y también por la repercusión que tuvo en la crítica. Fue el primer paso de un camino hasta llegar a donde me encuentro hoy.
¿En qué consiste el taller de 60 horas que estás dictando en las instalaciones de Utadeo?
Yo creo que el cine es muy difícil de enseñar, y como en todas las artes, lo más importante viene con la práctica. Estamos con Joao Rui Guerra Da Mata trabajando con los proyectos que tienen los estudiantes, abriendo caminos que es lo más importante, ayudando a los estudiantes a que descubran ellos mismos los caminos. Yo solo creo en un cine que debe ser personal, yo creo que cada uno debe descubrir su propio universo y yo no me siento como un dictador para imponer mi forma de hacer cine, es más como discutirlo, encontrar su sello, preguntarse, gestionarse, gestionar el mundo que esta alrededor de nosotros.
Proyectos
Estamos preparando otra película en Macao, que será una ficción más normal en el sentido de cómo se hace una película con actores, porque la otra es un poco particular, la estamos escribiendo y yo creo que siempre el camino que se hace en el cine es una película después de otra. Siempre se aprende en la práctica, y eso es algo que queremos pasar a los estudiantes en este encuentro. En la escuela hay una problemática: falta de práctica y mucha teoría, y también olvidan ver mucho cine, es la forma de descubrir los propios caminos. Estamos muy contentos con la diversidad de universos de los estudiantes, esta es la primera vez que venimos a Colombia, quiero seguir descubriendo otros universos y otras culturas.
