La relación entre Nicaragua y Colombia lleva muchos años permeada por el llamado diferendo limítrofe que ha tenido varios capítulos, el último de ellos el de 2012 que decidió que el meridiano 82 no es la frontera marítima entre ambos países. Este ha sido uno de los temas estudiados a profundidad por el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón López, quien en su columna de esta semana para El Nuevo Siglo, cuenta que el vecino país decidió suspender el arancel que cobraba a productos y servicios colombianos.
"El gravamen se impuso con el argumento de que era indispensable allegar recursos para la demanda formulada ante la Corte Internacional de Justicia, fallada con el reconocimiento a Colombia en el 2007 de la soberanía en el archipiélago de San Andrés y Providencia" recuerda Pinzón al describir el tributo del 35% que se aplicaba desde 1999.
Aunque señala que este es un gesto amistoso de parte del gobierno nicaragüense, considera que no incide para nada en la definición del diferendo y recuerda algunas fórmulas planteadas anteriormente para contribuir a dirimir esta situación que no han sido escuchadas "Aquí la cancillería continúa en babia, explicaciones al respecto no se dan a pesar de reiteradas solicitudes, parece que en medio de los escándalos de corrupción la estrategia es postergar definiciones, dejar el diferendo latente al nuevo presidente de la República quien asumirá en el 2018, error de inmensas proporciones".