Frente a la Reforma Tributaria que por estos días se viene gestando por parte del Ministerio de Hacienda y el Congreso de la República, el diario El Tiempo, en su sección de Economía, entrevistó al profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, quien hizo una propuesta sobre lo que debería incluir dicha reforma. Para el experto, disminuir la carga tributaria a las empresas es acertado, pues ello conduce a estimular la industrialización del país, pero al mismo tiempo se debe endurecer el impuesto a los dueños de estas, especialmente por cuenta de la repartición de dividendos.
Kalmanovitz menciona que para que la reforma sea progresiva, esta debe establecer tarifas similares a las de renta de personas a los dividendos que se reparten a los dueños de las compañías, es decir, tasas hasta del 37 por ciento, al tiempo que se descarga tributariamente a la clase media.
Sostuvo también que la reforma no es tan ambiciosa en recursos como se cree, pues en general el país requiere más dinero para destinar a infraestructura, ciencia, tecnología y universidades públicas: “El recaudo está sustentado en el IVA. Los 14 billones por los que va el Gobierno equivalen a 1,5 puntos del Producto Interno Bruto; el IVA pone 1,1 porciento (más de $11 billones), y la clase media aporta 0,2 por ciento de ese porcentaje”, sostuvo Kalmanovitz.
El tadeísta fue enfático en señalar que es en los dividendos de los grandes grupos empresariales donde se encuentra el dinero, no en la clase media alta, sino en la élite, pero que las reformas hasta el momento han sido tímidas al gravar con el 5 o 10 por ciento a estos rubros.
Aunque manifestó estar de acuerdo con la aplicación del IVA generalizado, precisó que es necesario que los ingresos tributarios deriven más del lado de las rentas empresariales, desde los excedentes.
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