El trabajo, realizado por investigadoras de la Universidad de California en San Francisco y publicado en la revistaJAMA Internal Medicine, rechaza una vinculación entre el consumo de los cigarrillos electrónicos y el del tabaco convencional.
Las autoras del estudio analizaron los datos de 949 fumadores, 88 de los cuales eran también “vaporeadores” (fumadores de cigarrillos electrónicos), para determinar si estos dispositivos que no tienen tabaco y en los que se inhala nicotina líquida y otros productos químicos vaporizados influyen en el consumo de tabaco.
Desafortunadamente, la evidencia de si los cigarrillos electrónicos ayudan a los fumadores a dejar de fumar es contradictoria y poco concluyente”, explicó el subdirector de JAMA Internal Medicine, Mitchell H. Katz, en un comunicado. Katz añadió que Rachel Grana, la directora del estudio, y sus colegas “aumentan el peso de las pruebas que indican que los cigarrillos electrónicos no están asociados a mayores tasas de cese de fumar”.