Utadeo recibió los ritmos costeños para aprender un poco más sobre el canto, los sonidos y el baile del bullerengue. Durante dos horas, los estudiantes aprendieron las técnicas de canto, algunas canciones y los pasos básicos para no quedarse atrás a la hora de poner en práctica este rito musical, donde se activó este baile canta’o, desde tiempos remotos en principio a manera trabajo, luego como ritual ceremonial.
Es por ello que: “Las experiencias acumuladas en la memoria colectiva, la que se ha acordado en llamar: la tradición oral, el hombre se vale de los lenguajes artísticos para representar todo cuanto ha construido” . La oralidad en la musicalidad, utiliza palabra ritmadas y en la mayoría de veces como en el caso del Bullerengue y demás bailes cantao’s con voces femeninas, acompañadas de palmoteos, para lograr mayor acento en las tonadas y en el golpeteo.
Como un punto de enlace del por qué se ofrecen estos espacios desde el Centro de Arte y Cultura, resaltamos la observación del investigador Manuel Antonio Pérez Herrera “Según lo data la historia, los pueblos ancestrales al tiempo que ejercitaban sus labores cotidianas, conjugaban las tareas de trabajo con la activación del cuerpo como instrumento natural de la música, el cual está poseído de la expresión, del movimiento, la coordinación, de la sensibilidad auditiva y audioperceptiva, de tal forma, el cuerpo “es un sistema de vibración sonora estructural emocional”, y es conjunto de lenguajes que armonizan el pensar, el sentir y actuar, en convivencia bien sea de manera individual y/o colectiva”.
Estos espacios buscan motivar y despertar la curiosidad de los estudiantes por las posibilidades con las que cuenta el cuerpo como herramienta para armonizar varios factores y también para desestresar de las entregas finales que desde ya todos esperan.
