Apague y vámonos… hacia un nuevo modelo eléctrico

Apague y vámonos… hacia un nuevo modelo eléctrico

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Apague y vámonos… hacia un nuevo modelo eléctrico
Miércoles, Abril 25, 2018
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Hablar de la sostenibilidad eléctrica del país va más allá del debate sobre fracking vs. energía eólica o solar. Es necesario pensar en un nuevo modelo de producción, distribución y consumo de energía.
Fotografías de: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Somos eléctrico-dependientes. Vamos por el mundo con un cargador en la mano huyendo del anuncio del 5 % de batería restante de nuestros celulares. Sin darnos cuenta, nuestros hogares se han llenado de cada vez más enchufes de luz, al punto que necesitamos energía para exprimir naranjas, cortar la carne o sacar el corcho de una botella.

Pero aunque parezca que la energía es eterna y solo se necesita tener un enchufe cercano, la manera como esta se produce define el futuro del país. Hoy en día, gran parte de la contienda política gira en torno a si Colombia debe seguir apostándole al petróleo y las hidroeléctricas, o, por el contrario, incluir otras formas más limpias de producir energía.

En medio de esta coyuntura, Utadeo y el Fondo de Cultura Económica lanzaron el libro Ocaso de un Paradigma, hacia un nuevo modelo eléctrico, editado por Isaac Dyner, decano de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería de Utadeo, y Carlos Jaime Franco, profesor de la Universidad Nacional de Colombia.

Para los autores, aunque el país tiene un bajo nivel de consumo, comparable con el de Haití, el manejo que se ha hecho de la producción de energía no es el más adecuado y estuvimos a punto de sufrir un apagón eléctrico en el 2016, como el vivido en 1992.

“De continuar con el “business as usual”, correríamos algunos riesgos no mayores al del 2016, pero pagaríamos mayores costos por la energía”, opinó Isaac Dyner, como parte de una conversación que sostuvo con Ricardo Castillo, experto en energía, en el lanzamiento del libro, llevado a cabo en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2018.

Para Dyner, el ocaso del paradigma sucedió en el 2016, cuando se hizo evidente la necesidad de una transformación en el modelo energético colombiano. “Viene Hidroituango, que ayudará a satisfacer la demanda del país, pero no es lo que el país necesita. Se debe diversificar la producción de energía. En especial, de cara al cambio climático”, afirmó.

Pero, ¿en qué consiste la transformación? Son tres los elementos:

  1. La prestación del servicio no tiene que ser centralizada.

Uno de los grandes cambios, y oportunidades, que trajo la implementación de energías limpias en el mundo fue la posibilidad de generar energía de manera distribuida, desde la terraza de las casas.

  1. Es necesario ponerle un fin a la neutralidad tecnológica.

Que los mercados decidan cómo se produce la energía, ha traído como consecuencia en Colombia que nos centremos en la hidroelectricidad y la termoelectricidad y que le cerremos la puerta a otras energías más limpias.

  1. Los consumidores deben participar en el ciclo de la energía.

El usuario está condenado a la compra de energía del proveedor. El nuevo paradigma implica que el consumidor sea capaz de generar parte de su energía.

En conclusión, no se trata de reducir la dependencia eléctrica. Podemos seguir cargando dos o tres veces al día nuestro celular o afeitándonos con una máquina eléctrica. El asunto está en asegurar que las fuentes de energía sean limpias y renovables.

Fotos

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