"ARThinking!": las artes visuales como formato pedagógico

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"ARThinking!": las artes visuales como formato pedagógico

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"ARThinking!": las artes visuales como formato pedagógico
Miércoles, Febrero 17, 2016
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¿Sabía usted que el aprendizaje solo se produce desde la emoción? La especialista en pedagogía disruptiva y gamificación, María Acaso, compartió con los estudiantes y profesores su propuesta de revolución educativa.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación

¿Sabía usted que el aprendizaje solo se produce desde la emoción y que la imagen es una universidad del conocimiento? Estas son algunas de las apreciaciones que la especialista en revolución educativa María Acaso brindó a los profesores asistentes al taller EDUlab “ARThinking: revolucionando la educación a través del arte”, que se llevó a cabo el pasado 16 de febrero en las instalaciones de Tadeo Lab y la Sala Oval de Utadeo.  

A este encuentro entre la pedagogía y el arte asistieron profesores e investigadores de Utadeo, la Universidad Industrial de Santander, la Universidad Central y la Universidad Distrital, así como de las fundaciones Carulla y AeioTU.  El taller fue organizado por la Dirección de Innovación Educativa y Apoyos Académicos, el Centro de Robótica e Informática (CERI) y TadeoLab de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

 

Hacia una revolución de la educación

La profesora de la Universidad Complutense de Madrid mencionó que sus inicios en la docencia estuvieron marcados por el tradicionalismo de las clases magistrales. Sin embargo, maestros como Alejandro Piscitelli cambiaron la manera en que Acaso percibía la educación. Hoy día, para esta artista plástica española, el arte es un formato pedagógico, a tal punto que su libro rEDUvolution es una metodología líder en innovación pedagógica.

En el taller introductorio, los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer esta metodología. Por un momento, algunos audífonos, monedas, borradores, lápices y demás objetos pasaron de ser considerados solo por su uso a entenderlos como portadores de historias, símbolos biográficos de cada uno de los asistentes que participaron en este acto de instalación, como lo denominó Acaso: “cuando se piensa en arte, se cree que deben comprarse materiales para la obra, pero lo importante es generar una metáfora. El conocimiento metafórico es mucho más importante que el conocimiento literal”, señaló la profesora española.

Acaso indicó que los modelos tradicionales de enseñanza generan que el estudiante pierda la emoción por el conocimiento, llegando con ello a un “aprendizaje bulímico”, donde solo se memoriza la información para obtener una buena calificación en las evaluaciones y posteriormente se desechan u olvidan los contenidos. En ese orden de ideas, la conferencista manifestó que las universidades deben convertirse en un jardín infantil, en la medida que es en la primera infancia cuando realmente las personas aprenden. Allí, el arte se concibe como conocimiento, y a su vez, la pedagogía es una producción cultural: “cuando un profesor diseña una clase, está diseñando una pieza artística”, enfatizó la también directora de la Escuela de Educación Disruptiva de la Fundación Telefónica.

 

Entendiendo la cultura visual de los estudiantes

Como lo sugiere Acaso, la sociedad actualmente vive de la imagen, donde las narrativas ficcionales parecen convertirse en algo más real que la realidad misma. Esto habla de la hiperrealidad o el poder que tiene lo visual en nuestro mundo, razón por la cual se deben apropiar dichos recursos en el aula de clase. La tallerista también enfatizó que en otrora la transmisión del conocimiento estaba a cargo de la familia, la escuela y la educación, pero que actualmente la pedagogía estaba en manos del entretenimiento, quienes en últimas crean los relatos del deber ser, el temor a la vejez e incluso, la conversión del ciudadano al consumidor: “debemos defender la idea que el lenguaje visual es una forma de adquirir el conocimiento. Allí, las imágenes dejan de ser artefactos frívolos y se convierten en artefactos políticos”, destacó la directora del grupo de Pedagogías Invisibles.  

En este punto, el ARThinking es un aliado en el aula,  a partir del uso de las artes visuales como formato pedagógico que rompe los esquemas de la educación tradicional, donde no sólo se piensa en el contenido que se transmite sino también en la arquitectura de esa transmisión: “las sesiones magistrales están bien como metodología, pero no pueden usarse siempre. Es necesario cambiar el formato”, puntualizó Acaso.   

En ese sentido, esta metodología asume que el desarrollo del conocimiento es un proceso individual de los estudiantes, donde la información se inscribe en la mente de cada uno de ellos, pero lo que se enseña no es finalmente lo que se aprende, volviéndolo vivencial.  

 

Retomando los micro relatos

La industria del entretenimiento, a través de las imágenes, se ha convertido en el principal educador de la sociedad, de modo tal que quienes las producen son aquellos que tienen el poder. Muchos de estos relatos visuales que allí se presentan legitiman modos de ser y estar en el mundo, así como moldear actitudes en la sociedad en cuanto al vestuario, las clases sociales, e incluso, la construcción del amor.

Sin embargo, Acaso argumenta que es hora de retar esos tradicionalismos del macro relato, y de esta forma, proponer desde el arte y la educación micro relatos que den cuenta de la realidad que nos rodea. De este modo, dichas narrativas se convierten en opositores de una normatividad o normalización generada por la repetición.

Como segundo punto, la docente española indicó que es importante fomentar la participación e implicación de los estudiantes en los procesos de aprendizaje: “los estudiantes quieren participar, son activos y productores de conocimiento”, comentó Acaso.  En ese sentido, no puede hablarse de una demarcación del poder entre profesores y estudiantes, sino más bien una comunidad de conocimiento en el aula, donde el aprendizaje es tridimensional, en la medida que existe un dialogo continuo entre los actores que componen el proceso de aprendizaje.

Un tercer elemento del ARThinking contempla el cuerpo en su integralidad como un proceso de aprendizaje que transforma los espacios, al tiempo que introduce elementos artísticos como el performance y el baile dentro del salón de clase. Por su parte, en lo experiencial, se busca que el aprendizaje como proceso vivencial prevalezca sobre la experiencia de estudio, donde el fin último es aprobar el examen. Finalmente, la experta sugirió modificar los procesos de evaluación tradicionales e incorporar el arte como manera de apropiación que supera lo numérico. 

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