Camilo Abello, director del coro de Utadeo, participó en la misa del Papa Francisco
El Parque Simón Bolívar de Bogotá recibió a la multitud de feligreses y colombianos de distintas creencias en la histórica eucaristía que presidió el Papa Francisco en su visita a Colombia, el pasado 7 de septiembre.
La Sociedad Coral Santa Cecilia, el Coro Filarmónico Juvenil, el Schola Cantorum y la Orquesta Filarmónica de Bogotá acompañaron esta misa desde la música y allí, en medio de esta suma de voces, estuvo presente la de Camilo Abello, director del coro de Utadeo.
Desde el templete instalado para la ocasión, pasando por el lago del parque hasta la avenida 68, retumbó el eco de la Plegaria Colombia, música compuesta por el maestro Luis Torres Zuleta, con arreglos del maestro Juan Antonio Cuéllar.
Camilo Abello es docente del taller de Técnica Vocal del Centro de Arte y Cultura y miembro de la Sociedad Coral Santa Cecilia desde hace 12 años. Hace cuatro meses recibió la noticia de que acompañaría la visita del Papa Francisco y hoy nos cuenta lo que significó para él esta experiencia.
¿Cómo fue la preparación y qué interpretaron?
En mayo nos enteramos que íbamos a cantar en la misa y desde entonces iniciamos el montaje. Ensayamos 2 veces a la semana, lunes y jueves, y luego realizamos ensayos con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Nosotros estuvimos el miércoles 6 y el jueves 7 de septiembre desde las 11 a. m. hasta las 8 p. m. en el Simón Bolívar, porque la logística de un evento así de grande requiere demasiado ensayo, cuidado y disposición.
El maestro Luis Torres Zuleta compuso esta obra desde hace varios años, pero el maestro Juan Antonio Cuellar realizó la orquestación y los arreglos corales para la visita del Papa.
Se utilizaron aires colombianos, por eso tenemos bambucos, pasillos, guabinas y además unas letras bellísimas. Fueron en total 14 piezas. Me parece que la música tuvo un valor espiritual, desde las letras y los arreglos.
¿Cómo vivó usted ese momento?
A mí me gustó muchísimo el momento, la música fue muy bonita, todo fue muy sencillo. Yo amo la música colombiana y me pereció idóneo estar frente a tanta gente y hablar en este idioma de nosotros en cuanto a la música. Los textos, demás, eran realmente sentidos y sensibles.
Yo no soy creyente pero sí creo en las personas y cuando hay mucha gente en un solo lugar, se percibe una energía especial, se siente que algo está pasando.
También me gustó la forma de ser del Papa, la forma de comunicar lo que quería comunicar. Dijo lo que todos podíamos entender, pero también lo que necesitábamos escuchar.
Personalmente, como artista, siempre que interpreto quiero que la gente se conmueva, que se sienta cercana, llamada. Y eso mismo lo pude expresar en ese momento.
¿De qué manera asumió usted esta experiencia?
Yo soy una persona política. Considero que uno no puede ir por la vida sin tener una opinión sobre lo que pasa en cuanto a nosotros como sociedad. Me gustó ser parte de esta experiencia porque creo que necesitábamos el mensaje que el Papa vino a entregarnos.
Pienso que necesitamos entender que el asunto en este país es de solidaridad, de amor, de comprensión. Me gusta mucho la idea del perdón y en todo, no solo en el posconflicto.
Le entendí al Papa que perdonar es un acto de compasión, pero la compasión también la puede dar el perdón.
¿Cuál es el papel del arte en la transmisión de estos mensajes?
El arte es otro lenguaje: lo que ya te conté con palabras, te lo cuento con la música, con una escultura, con un pintura, con el fin de que lo resignifiquemos.
El arte tiene un papel catalizador en todo esto, de hecho creo que el asunto es por ahí, porque de palabras hace rato que estamos llenos.
Por: María Alejandra Navarrete
Oficina de Comunicación Utadeo
