El publicista está llamado a crear historias, más allá de un cliente

El publicista está llamado a crear historias, más allá de un cliente

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El publicista está llamado a crear historias, más allá de un cliente
Miércoles, Octubre 28, 2020
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Como parte de la estrategia de internacionalización del aula que implementó el Área Académica de Publicidad de Utadeo, el profesor Daniel Sabogal invitó al publicista peruano Aldo Canchaya, considerado uno de los mejores profesionales del ramo en su país, para hablar sobre su trayectoria y brindarles consejos a nuestros estudiantes.
Fotografía: Adlatina

Desde el Área Académica de Publicidad de Utadeo, la experiencia de internacionalización del aula se ha aprovechado al máximo; esta vez el país que juega un rol importante en esta estrategia es Perú, con la participación de uno de los directores creativos más reconocidos de la región. Se trata de Aldo Canchaya, quien a través de su trayectoria como publicista ha ganado cientos de premios alrededor del mundo y propone una perspectiva del “mundo que se nos viene”.

Lograr traer a un invitado de este tipo se dio gracias a la red de contactos que el profesor Daniel Sabogal ha construido en su ejercicio como profesional y académico. Hace algún tiempo, el tadeísta conoció a Canchaya, abriendo así la puerta a una conexión entre naciones y conocimientos.

Durante la clase, Canchaya, a través de sus experiencias y recuerdos, narró cómo pudo encontrar su identidad como publicista, desde  trabajar para grandes marcas como Grey y Ogilvy y codearse con grandes figuras del mundo, hasta confrontarse con sus  principios; cada reto en su experiencia profesional lo guio a encontrar su verdadera vocación en su carrera profesional y poder fundar su propia marca.

Con esta idea en mente y su determinación, el proyecto lentamente se fue materializando; de hecho, esta misma motivación lo orientó hacia su compañero y cofundador de la marca, Guillermo Dasso, empresario peruano de la industria del entretenimiento que, con la propuesta de Canchaya, procedieron a fundar Canchaya-Dasso; hoy en día esta colaboración se posiciona como una marca de talla internacional en Perú, ya que sus clientes van desde Nestlé hasta Budweiser.

Más allá de llegar al éxito profesional, Canchaya hizo énfasis en que cada aspecto de su trayectoria le permitió entender realmente su responsabilidad como publicista y la trascendencia de su oficio, narrando cómo vivió diferentes retos, entre ellos escuchar comentarios denigrantes, privarse completamente del descanso, viendo así en lo más alto de su oficio el lado humano (empático) que desde su experiencia, señala, hace falta en la industria; al final del día, durante esos años de arduo trabajo, en su mente la pregunta siempre fue: "¿A qué costo lo logramos?".

Gracias a su introspección y reflexión sobre su carrera profesional durante la fundación de su empresa, ha tenido claro que los pilares sobre los que iba a descansar la misma eran la excelencia y la contribución a la sociedad, destacando la ética de un publicista como soporte para su labor, pues no es simplemente vender un producto sino es el secreto de hacerlo desde una visión honesta y respetuosa, tanto con los cliente como con aquellos que son parte de quienes materializan la idea.

Así mismo, Sabogal destacó que tener este “horizonte” ético es una oportunidad para llegar más allá del término “publicidad”, no como un simple medio, sino como una herramienta  que va más allá de las ventas; una que aporta y construye a la sociedad.

Justamente, este es el nexo entre la experiencia y el futuro, entre aquellos que ya han vivido y quienes están por comenzar; por eso, como parte final de su presentación, se habló sobre lo que realmente es ser un publicista; siempre es importante buscar la excelencia en el trabajo, o como Canchaya lo expresó: “tratar de ser el mejor” y siempre tener en cuenta que, bajo los hombros de un publicista, descansan los valores sociales y culturales.

Canchaya mencionó que este “mundo que se nos viene” son consumidores cada vez más conscientes de aspectos como el medio ambiente, la utilidad de sus productos, más sensible a lo local y, por supuesto, más presentes en el mundo virtual; así, depende de las siguientes generaciones de publicistas idear experiencias que convenzan y que creen una conexión con sus clientes. 

Al final, serán estos elementos los que forjarán el carácter y la excelencia de las generaciones de publicistas que se harán cargo del futuro del sector; publicistas que, más allá de un cliente, crean historias y experiencias.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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