El sueño de tocar en el Auditorio Fabio Lozano

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El sueño de tocar en el Auditorio Fabio Lozano

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El sueño de tocar en el Auditorio Fabio Lozano
Viernes, Abril 26, 2019
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Así se vivieron las audiciones para hacer parte del ya tradicional Ciclo de Conciertos Universitarios que organiza el Auditorio Fabio Lozano del Centro Cultural Utadeo. Una crónica de Miguel Durán.
Fotografía: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación Utadeo

A las afueras del auditorio se organiza una fila de músicos con sus instrumentos. Vienen de diferentes municipios cercanos a Bogotá, universidades públicas y privadas; todos persiguen el mismo sueño: tocar en Auditorio Fabio Lozano.  

En los camerinos del auditorio se escuchan flautas, trombones, violines, saxofones, guitarras, entre otros instrumentos. Mientras unos tocan, otros preparan y organizan partituras, saben que el llamado para salir al escenario se acerca.

Grandes y chicos conviven y se entienden bajo un mismo lenguaje: la música. En el escenario los jurados escucharan composiciones de música clásica, pasando por ritmos colombianos y llegando a las notas del jazz.

 

Los vientos

Catorce, quince y veintiún años son las edades de Maicol, Felipe y Johan, quienes pertenecen a la Banda Sinfónica Especial de Zipaquirá. Encontraron en los instrumentos de viento el pasatiempo perfecto que, con el tiempo, se ha convertido en una pasión.

Maicol toca la flauta traversa, Felipe el trombón y Johan el clarinete. Practican después de su rutina escolar, tienen clases en conjunto con la agrupación y, además de esto, clases individuales. A la semana llegan a dedicar entre cuatro y ocho horas diarias a su instrumento.

 

Maicol Correa, Felipe Matiz y Johan Castro / Banda Espacial de Zipaquirá

 

Pertenecer a la Banda Sinfónica Especial de Zipaquirá no es nada fácil, pues la integran los talentos que se destacan a lo largo de su trayectoria en las orquestas infantiles, prejuvenil y juveniles del municipio.

Hace una semana se enteraron de las audiciones en el Auditorio Fabio Lozano. Para Felipe esto representa una oportunidad única: “queremos demostrar todo lo que hemos aprendido”. Para Johan esta audición es: “una oportunidad que abriría más puertas” y Maicol tan solo sonríe y apunta: “sería una gran alegría tocar en un concierto aqupi, porque significa que uno ha tocado bien y se ha destacado en su instrumento".  

Han preparado un pasillo llamado Gabriela, una obra clásica titulada Moisés y Rances, además, una composición del maestro José Barros, Navidad Negra. Al fondo una voz femenina anuncia el llamado a escena de la banda, es tiempo de coger los instrumentos y salir al ruedo.

***

En otro lado del camerino un sonido de película, cual si entrara un héroe en acción, empieza a sonar, son las notas que produce el corno francés. Lo toca Harold Pedraza quien empezó en el 2006 su proceso musical tocando la trompeta por cinco años, pasó por la percusión y finalmente se enamoró del corno francés.

Estuvo en la Banda Sinfónica de Sopó sus primeros años, pero siempre se visualizó tocando en la Orquesta Sinfónica de Cundinamarca que agrupa los mejores talentos del departamento. En febrero se presentó a las audiciones que organizaba la agrupación y a la semana siguiente, a manera de notificación en el celular, llegó la buena noticia: había sido elegido para tocar en la agrupación.

 

Cristian Timote, Sergio Andrés Veloza y Harold Pedraza / Sinfónica Juvenil de
Cundinamarca

 

En la Gobernación de Cundinamarca se reúne el grupo de músicos que conforma la orquesta bajo la dirección del maestro Miguel Ángel Casas, de miércoles a viernes de cuatro a ocho de la noche y los sábados de nueve a doce del mediodía. En ese horario, desde el mes de abril, han preparado el repertorio musical de las presentaciones, pensando también en la audición en el auditorio de Utadeo.

Al salir al escenario esperan sorprender al jurado con la Sinfonía No. 1 de Gustav Mahler y un bambuco llamado Circunloquio del maestro León Cardona. “Este escenario es uno de los más prestigiosos de Bogotá, además de brindar una sonoridad estupenda para tocar”, comenta Harold, quien va a continuar afinando su instrumento junto a sus tres compañeros de fila.

 

La primera vez

A las afueras del auditorio un grupo de voces intenta ser silenciado por el maestro Wilder de Jesús Román Grisales, quien dirige la Banda Sinfónica Infantil de Tocancipá. Va a dar algunas indicaciones a los niños y niñas que conforman la agrupación con edades entre los seis hasta los doce años.

Los niños visten con una camisa blanca, pantalón negro y corbata amarrilla. Las niñas llevan un vestido negro con un lazo amarillo en la cintura, el vestuario es impecable. Hace una semana les llego la invitación a la audición.

Para la mayoría de los niños es la primera vez que se presentan a una audición, pues tan solo llevan diez meses como agrupación en proceso de formación. “Los niños llegan en un nivel cero de música, eligen su instrumento, lo aprenden a tocar y después pasan a una práctica colectiva para consolidar la banda sinfónica”, comenta Wilder de Jesús, quien lleva 16 años en la dirección musical.

 

Banda Sinfónica Infantil de Tocancipá

 

Han elegido Ancient Voices de Michael Sweeney, “una obra compleja para niños por los elementos que incluye, como combinar el canto y la interpretación del instrumento de una manera paralela”, comenta el director, quien además incluyo en el repertorio El Alegre Pescador del maestro Jose Barros, “una obra didáctica y un arreglo muy cómodo para los niños”, señala.

“Es un reto muy grande por ser la primera presentación por fuera del salón de clases, además de que el auditorio es un espacio muy bonito y muy bien acomodado para los conciertos”, asegura el maestro, quien está rodeado de niños y niñas de la banda que esperan el final de la entrevista para preguntarle cosas.

 

¡Jazz, Jazz, Jazz!

En uno de los pasillos cercanos a los camerinos y lejos de todos los músicos se escuchan un susurro de voces, una cinta que se despega del rollo y una guitarra eléctrica que no está conectada. Son integrantes de la Big Band de la Universidad de Cundinamarca dirigida por Fabián Flórez.

A la conversación se suma Felipe Chibuque, profesor de apoyo de la agrupación, al igual que Remberto Rodríguez. El primero es saxofonista y el segundo trompetista, dos instrumentos claves en el jazz.

La Big Band participa por tercera vez en las audiciones, de las dos anteriores ha salido elegida para una noche de concierto. “Todos sabemos que es un auditorio de gran renombre en la ciudad y por ende todos tienen anhelo de tocar en esta convocatoria”, señala Remberto.

 

 

La gran mayoría de agrupaciones que se presentan a las audiciones están dedicadas al formato sinfónico, filarmónico y de cámara, así que el jazz se convierte en una alternativa musical de la mano de las Big Bands.

“Enfrentarse a un jurado calificador es de las cosas que un musico tiene que vivir para después salir y enfrentarse al público”, comenta Fabián, quien ha trabajado durante todo el semestre con los estudiantes diferentes piezas musicales que expondrán al jurado.

Para la audición han elegido una composición de Gordon Goodwin y un arreglo en formato Big Band de una pieza del maestro José Barros, referente para todas las agrupaciones en todos los formatos.

En pocos minutos la Big Band será llamada al escenario. Una vez estén listos y acomodados los músicos escucharán el popular “y un… dos... y un dos tres cua...” del director Fabian Florez, quien es de los que se apoya en el zapateo para dar la clave y guía el ritmo de la banda, con el chasqueo de los dedos.

 

Las Cifras

En dos días, más de 80 agrupaciones se presentaron a las audiciones en turnos donde podían interpretar dos piezas musicales. Más de 300 músicos interpretaron su instrumento con la ilusión de tocar en un concierto oficial del Ciclo de Concierto Universitarios en el segundo semestre del 2019. Entre las agrupaciones que audicionaron, se destaca la participación del Coro Intitutcional y el Ensamble de Jazz, entre otros gurpos del Centro de Arte y Cultura de Utadeo. 

El Auditorio Fabio Lozano del Centro Cultural Utadeo se ha convertido en un epicentro musical destacado de la ciudad de Bogotá, al cual cientos de músicos aspiran llegar a tocar, así como lo ha hecho la Sinfónica Nacional de Colombia, la Filarmónica de Bogotá y varias orquestas internacionales. Para algunos el sueño se cumplirá.

 

Por: Miguel Durán

Oficina de Comunicación Utadeo

 

Fotos

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