“Este recital es una mezcla de todos esos amores en mi vida”: Blanca Uribe

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“Este recital es una mezcla de todos esos amores en mi vida”: Blanca Uribe
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Martes, Agosto 14, 2018
Conoce los detalles del próximo concierto que presentará la reconocida pianista en el Auditorio Fabio Lozano, como parte del programa Recitales y Conciertos de la emisora HJUT.

Conoce los detalles del próximo concierto que presentará la reconocida pianista en el Auditorio Fabio Lozano, como parte del programa Recitales y Conciertos de la emisora HJUT.

 

La maestra Blanca Uribe, hija del músico barranquillero Gabriel Uribe García, es una de las mejores pianistas del país. Ha entregado su vida a este instrumento que le conquistó el corazón y considera que ejercer la docencia ha sido el regalo más grande de la vida.

A contados días del recital que presentará el viernes 17 de agosto en el Auditorio Fabio Lozano del Centro Cultural Utadeo, nos contó algunos detalles de su carrera artística y del programa que interpretará en el concierto.

La maestra llega a Utadeo de nuevo en el marco del programa Recitales y Conciertos de la emisora HJUT. Esta será la oportunidad de reencontrase con un viejo amigo, el piano Steinway de New York del Auditorio, pues fue ella, junto a Bernardo Hoyos, quien trajo este instrumento que ya ha recibido las pulsaciones de tantos maestros.  

 

¿Por qué decidió ser pianista? ¿Qué encontró en este instrumento?

Yo crecí escuchando música, porque todos en la familia de mi papá eran músicos profesionales. Mi papá fue uno de los mejores músicos que ha dado Colombia, él tocaba flauta, clarinete y saxofón. A mí y a mis hermanos nos encantaba escucharlo, cuando él tocaba era una fiesta.

Pero a mí me llamaba la atención el piano. Yo llegaba a una parte donde había piano y me iba a tocarlo, así que yo creo que el piano me escogió a mí. Mis tías tocaban violín, mi tío tocaba chelo, yo estaba rodeada de todos los instrumentos, pero me llamaba la atención el piano.

 

En estos 70 años de carrera, ¿cuál es ese momento más especial o memorable que recuerda?

Es tan difícil escoger un solo momento. Hay momentos muy definitivos, como el haber estudiado con la maestra Luisa Manighetti, una profesora italiana que vivía en Medellín, quien vio mi potencial y dijo que debía dedicar definitivamente mi vida al instrumento.

Ella me presentó con la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia cuando tenía 11 años. Este momento fue crucial, fue allí donde mi vida tomó este rumbo.

Ha habido momentos muy especiales a lo largo de mi carrera que han hecho que me dedicara a esto el resto de la vida y con mucho amor, esto es lo que más me gusta hacer.

 

Fotografía tomada de la Universidad EAFIT. La maestra Uribe es la primera profesora emérita en toda la historia de esta universidad.

 

¿Qué ha significado para usted poder compartir su experiencia con los estudiantes?

Eso sí es el regalo más grande de la vida: trabajar con los jóvenes. En Estados Unidos trabajé 36 años y tuve excelentes alumnos y seres humanos. Aún, después de tantos años, se hacen presentes cuando regreso a Estados Unidos y se comunican conmigo.

Pero yo vine a dar clases a Colombia ya definitivamente desde el 2005 y esa experiencia de trabajar con los jóvenes colombianos ha sido algo muy bello. Son unos seres humanos agradecidos y maravillosos.

En Colombia tenemos la fama de ser indisciplinados y yo digo que no he tenido un alumno que no se la entregue toda al instrumento. Y con muchas dificultades, porque la mayoría tiene que trabajar para sostenerse o para ayudar a la familia; sin embrago, hacen esto con un amor y una dedicación… ha sido una de las experiencias más bellas que he tenido.

 

¿Cuál es el panorama que se proyecta para los músicos pianistas en el país?

Todos los músicos dirían que no hay muchas oportunidades, para ellos tocar en los distintos escenarios es muy difícil. Entonces es una lástima porque trabajan con mucho amor, pero no tienen muchos lugares donde mostrar lo que están haciendo.

También la mayoría tiene dificultades para entrar a la universidad, para pagarla, entonces muchos tienen que trabajar y a la música, desafortunadamente, uno le tiene que dedicar 8 horas al día mínimo. Porque no solamente es la parte intelectual y saber el estilo, sino también es la parte física de enseñarle al cuerpo cómo hacer la música en el instrumento. Hay que trabajar horas y horas para que el cuerpo se adapte y ayude a expresar lo que se quiere expresar.

Los jóvenes que tienen que trabajar nunca tienen todo ese tiempo para dedicarle y después, cuando sí se lo dedican, no tienen muchos lugares donde los escuchen.

 

¿Qué ha sido lo más retador para usted en su carrera?

Yo creo que cada concierto es un reto, es como si fuera la primera vez que uno sale al escenario, el día del concierto uno quisiera tener tres semanas más para estudiar.

Pero tal vez un reto muy bonito, muy importante para mí como pianista y como estudiante de música, fue haber tocado el ciclo completo de las sonatas de Beethoven, eso fue algo que marcó mi vida como música y todavía las sigo estudiando.

 

Video tomado de Youtube, Paul Landinez. Concierto en Medellín, 2012

 

¿Cuál es la obra para piano que más la conmueve?

A mí me conmueve lo que estoy estudiando en este momento para el recital, si no, no lo programaría. Todos los estilos me gustan, no toco nada que no me conmueva, que no me llegue al alma.

 

¿Qué veremos en el recital del 17 de agosto?

Será una mezcla de todos esos amores en mi vida. El estilo clásico de Hyden, Mozart, Beethoven ha sido algo que aprendí cuando llegué a Viena, yo estaba muy joven. Entonces, empiezo con unas variaciones muy lindas de Hyden, después tocaré una sonata de Beethoven, la sonata Aurora.

Posteriormente, voy a tocar 3 obras del maestro Oriol Rangel, tal vez uno de los más grandes pianistas que ha tenido Colombia. Una de estas tres obras me la dedicó a mí, me la dio de regalo cuando cumplí los cinco años, es un preludio muy lindo.

Yo crecí oyendo a Oriol Rangel porque tocó muchísimo con mi papá. Entonces estoy volviendo a los primeros años de la música que escuché.

Finalmente, interpretaré una obra que también he trajinado mucho y que amo con toda mi alma: Suite Iberia de Isaac Albéniz.

 

¿Cómo imagina su reencuentro con el piano del Auditorio, aquel que usted ayudó a escoger?

Parece que ahora el piano está en un estado extraordinario. A veces los pianos, cuando uno los escoge en los Estados Unidos y los trae al trópico, se demoran un tiempo en adaptarse, por la madera y la humedad. Pero según la última vez que lo toqué y lo que varios colegas me han dicho, parece que está sonando espectacular. Me llama mucho la atención volver.

 

¿Qué ha significado para usted entregarle su vida a la música, al piano, en estos 70 años de carrera musical?

Me siento muy afortunada porque es lo que más me ha gustado hacer. A mí me ha gustado mucho leer y yo pensaba que hubiera sido bueno haber tenido tiempo para dedicarme más a la literatura. Me encantan también los idiomas -aprendí inglés, alemán y entiendo francés- y pensaba también cómo dedicarle tiempo a eso. Pero realmente nunca pensé hacer otra cosa y por eso digo que me siento muy afortunada. Todavía me siento al piano a estudiar horas y horas.

Cuando uno tiene pasión por lo que hace, es una fortuna. No es como ir a una oficina donde uno está aburrido. Es algo en donde siempre se está aprendiendo, me siento muy afortunada y contenta. Por eso todavía estoy en estas.

 

Por: María Alejandra Navarrete

Oficina de Comunicación Utadeo

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