Paula Vargas, investigadora tadeísta en el Congreso Italo-Latinamericano de Etnomedicina
De esta investigación, que le tomó meses de trabajo a la estudiante y a su directora, Gladys Rozo, se desarrollaron tres productos cosméticos: crema humectante, bloqueador solar y mascarilla en gel; obtenidos a partir del extracto de una alga marina, conocida como Hypnea musciformis y que se encuentra en la Costa Caribe colombiana.
Este proyecto, que surgió del trabajo realizado por el grupo de Bioprospección y Biotecnología liderado por la profesora Rozo de la Facultad de Ciencias e Ingeniería, se llevó la admiración de los asistentes al Congreso Italo-Latinamericano de Etnomedicina en Cuba, gracias a los resultados que obtuvieron de esta alga marina, productora de carragenina, un polisacárido que se encuentra en distintos tipos de algas de diferentes lugares del mundo y que tiene distintas propiedades, entre ellas, la gelificante.
El uso de carragenina se extiende a la industria de alimentos, farmacéutica y cosmética. Precisamente ese es, quizá, uno de los tantos aciertos que tiene este proyecto y que sigue al pie la letra el estudio de la etnomedicina, un conjunto de técnicas y saberes de la medicina tradicional.
La investigación de la estudiante Vargas es uno de los muchos logros del grupo de Bioprospección y Biotecnología de Utadeo, un equipo que tiene en su lista de éxitos haber logrado, en 2013, la primer patente de la Universidad por diseñar un procedimiento para extraer carragenina de las algas nativas del caribe colombiano y así potencializar su uso en productos cosméticos, para este caso.
De su llegada al proyecto, hace más de un año, la estudiante Vargas recuerda que todo surgió en la clase de Química analítica, con la profesora Rozo.
"Ella siempre ha trabajado con algas y en esa clase extendió la invitación a los estudiantes para sumarse al proyecto. Ahí me sentí identificada con el propósito del grupo, porque meses atrás había tomado un curso de cosmética y tenía bases para hacer bloqueadores solares, mascarillas y cremas humectantes. Entonces, unimos fuerzas: usamos el extracto de la profesora, que llevaba analizando desde hacía siete años en el semillero de investigación, y mis conocimientos en cosmética", comenta.
"Las algas marinas ayudan con la hidratación de la piel, esto se debe a que están compuestas por ficocoloides, un grupo de polímeros naturales, químicamente denominados polisacáridos derivados de las algas", explica la estudiante Vargas y agrega que "el extracto de esta alga ayuda a reparar y aliviar las lesiones causadas por las quemaduras solares".
Esos beneficios fueron destacados en el Congreso, organizado por la Fundación SILAE, que tiene como propósito la promoción y el desarrollo de la investigación en los campos de la antropología, etnobotánica, etnomedicina, fitoquímica, farmacología, farmacognosia, química de los alimentos, nutracéutica, termalismo y medicina termal, para la aplicación de los resultados de tales estudios con el fin de contribuir al desarrollo de diversos sectores productivos.
"Llevé los productos, sin ánimo de venderlos, porque por ahora no se puede, y quedaron sorprendidos de los resultados de nuestra investigación. Me felicitaron y me dijeron que estaba muy buena la tesis para ser tan joven. Tal parece que para los investigadores es muy extraño ver jóvenes haciendo tesis de ese estilo, porque tienen la idea de que a ellos no les gusta investigar", cuenta de su experiencia.
Su proyecto no termina ahí. Quiere seguir cosechando frutos de esta investigación que tomará para sus estudios de maestría, posiblemente en Farmacia. Sobre la eventual venta de los productos obtenidos, la estudiante comenta que aún no se cuenta con el registro y los permisos para hacerlo.
"Este proyecto continúa en etapa de pruebas fisicoquímicas del Invima, pero podemos decir que los productos que utilizamos no contaminan el medio ambiente, porque nos regulamos bajo la normatividad europea. Además, es natural y la textura se esparce de una forma muy fácil en la piel", concluye.
