Profesores tadeístas participaron en película nominada a los Premios Sundance

El pasado 2 de diciembre, el Instituto Sundance dio a conocer el listado de películas que entrarán a competir en el Festival de Cine de Sundance, el cual se llevará a cabo del 21 al 31 de enero próximo en el poblado de Park City (Utah).  El evento, que es considerado como la cita anual más importante para el cine independiente con proyección comercial norteamericano e internacional, nominó a la película colombiana “La Ciénaga: entre el mar y la tierra”, creada y escrita por Manolo Cruz y dirigida por Carlos del Castillo. Los profesores del programa de Comunicación Social de Utadeo, Robespierre Rodríguez (co-productor y director de fotografía) y Germán Duarte (montajista), participaron en el equipo de producción.  

La postulación a Sundance se da en la categoría de largometraje dramático, luego que se presentaran más de 10.000 películas del mundo como candidatizables, siendo “La Ciénaga” el único largometraje colombiano en competir, junto con once películas más.

Esta ópera prima de Cruz, rodada en octubre de 2014,  relata el drama de un joven que padece distonía, una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que produce torceduras musculares, afectando la movilidad del cuerpo.  El protagonista, encerrado en su cuerpo, encuentra como compañero de aventuras a un periscopio, al tiempo que revela como el amor de una madre trasciende las circunstancias más adversas. La película cuenta con un cártel de lujo, encabezado por los actores Vicky Hernández, Jorge Cao, Manolo Cruz y Viviana Serna, así como un equipo de 23 personas que colaboraron en el set.

Una lluvia de premios

La película inicialmente fue pensada como un cortometraje. Sin embargo, con la ayuda de los profesores Robespierre Rodríguez y Mauricio Gutiérrez, se realizaron recomendaciones sobre la reorganización de la escritura del guion. Gracias a la potencialidad de la narrativa, finalmente se optó por un largometraje, cuyos frutos se han visto reflejados en la exhibición de esta producción en muestras como el Bogotá Audiovisual Market (BAM), que se realizó en el mes de septiembre. Gracias a este evento, los programadores de Sundance mostraron su interés por llevarla a este Festival de categoría A: “para nosotros es muy grato saber que el cine colombiano y latinoamericano también tiene un espacio en el Festival y que vieron algo interesante en esta película. Sin importar si ganamos el palmares, el próximo 31 de enero, esta nominación ya es un triunfo grandísimo”, resaltó Rodríguez.

Pero este no ha sido el único reconocimiento que se le ha hecho a la película, puesto que también hizo parte de la selección de Georges Goldens para primer corte en Ventana Sur 2015, un mercado de cine latinoamericano auspiciado por el Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de Argentina) y el Marché du Film del Festival de Cannes, con el apoyo de Europa Creativa, el cual se llevó a cabo del 20 de noviembre al 4 de diciembre en la ciudad de Buenos Aires.  En esta muestra se realizan convenios de coproducción y patrocinios para largometrajes.

Adicionalmente, la película resultó ganadora del Premio Visión Europa, que otorga un monto de 15.000 euros, así como un viaje durante un mes a Francia, donde el creador de la historia compartirá con directores y cineastas en un laboratorio de guion.

Sin embargo las metas no paran para el 2016. Como lo señala Rodríguez, la idea es que esta producción audiovisual, inscrita en el cine de autor, haga un recorrido por los principales festivales en el mundo, empezando por el Festival de Cine de Cartagena (Ficci), así como los festivales de Buenos Aires, Rio de Janeiro, San Sebastián, Berlín y Cannes. En estos dos últimos eventos se buscará la participación en la semana de realizadores.

Del mismo modo, ya se han realizado los primeros acercamientos con distribuidores internacionales de cine independiente, como lo es el caso de Shoreline, una empresa ubicada en la ciudad de Los Ángeles, que ha distribuido largometrajes de gran relevancia para el cine mundial contemporáneo, entre ellos la película ganadora del Premio Oscar, “Precious”.

Conozca los detalles del rodaje

“La Ciénaga: entre el mar y la tierra” fue rodada en Tasajera, un corregimiento del departamento del Magdalena, ubicado entre la ciudad de Barranquilla y Ciénaga. En este paradisiaco lugar, cuya única forma de acceso es a través de lanchas, el equipo de producción y los actores tardaron 22 días en la grabación del filme.

Como lo relata Rodríguez, un mes antes, el director de arte, junto con Cruz y habitantes del lugar, prepararon lo que sería la locación principal de la película: una casa de palafitos que evoca las condiciones sociales y económicas de la región.  Cuatro días antes de iniciar la grabación llegó el resto del equipo: “el rodaje fue un poco traumático porque teníamos temperaturas muy altas en el set, entre 42 a 44 grados centígrados en sombra. Nos encontrábamos lejos de la orilla, entonces cada vez que teníamos que almorzar o hacer otro tipo de actividades debíamos desplazarnos en lancha. Nuestras jornadas de grabación eran de doce horas, pero era muy interesante porque si se venía el agua había que recoger todo y salir corriendo”, describió el docente.

Y es que no era para menos. La película es toda una demostración que sí es posible hacer cine independiente y con poco presupuesto, dado que el audiovisual, que tuvo una inversión cercana a los 350 millones de pesos, no contó con la financiación de ningún fondo o estimulo cinematográfico, sino que fue un proceso colaborativo, donde los recursos propios y la ayuda de los actores y el equipo de trabajo hicieron posible la materialización de este sueño: “lo que hace a una película interesante es su guion y que se puede hacer cine con sus propios recursos. Si esperamos que nos den el dinero es muy difícil, pero podemos hacer muchas cosas para construir cine, a través de co producciones. Lo más importante de esto no es dejarlo en un disco duro o en una lata de película análoga sino que la miren. Después de haberla hecho es buscar dónde puedo ubicarla para que las personas vean lo que uno hace como cinematógrafo, guionista o productor”, resaltó el director de fotografía de la película.

Por su parte, para Germán Duarte el proceso de edición duró aproximadamente seis meses, tiempo en el cual los principales retos fueron no solo el bajo presupuesto sino también el montaje de algunas de las escenas de la historia. Una de las anécdotas más interesantes que recuerda este profesor tadeísta fue que tras haber terminado la edición lineal del filme, tuvo un momento de inspiración en el que se podía dar un viraje a la narrativa. Su olfato como editor se despertó mientras cocinaba. Tras el aval del director y los productores,  se incorporaron unas escenas de flashback que le dieron vida a la trama del "largo". Una enseñanza más de que “el que realmente hace la película es el editor”, tal y como lo sostiene Duarte.

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