Utadeo fue epicentro de la discusión sobre la erosión costera en Colombia

Utadeo fue epicentro de la discusión sobre la erosión costera en Colombia

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Utadeo fue epicentro de la discusión sobre la erosión costera en Colombia
Viernes, Mayo 24, 2019
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Organizado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, el "Intercambio de experiencias de investigación sobre el Fenómeno de Erosión Costera” contó con la participación de académicos y representantes del Estado y la empresa privada. Al final, los investigadores construyeron un documento que será presentado a la Misión de Sabios establecida por el Gobierno Nacional.
Fotografías: Emanuel Enciso - Oficina de Comunicación

Con cerca de 2.500 kilómetros de línea de costa sobre los dos océanos, Colombia podría considerarse como uno de los países con mayor riqueza oceánica de la región. Sin embargo, como se detalla en el Plan Maestro de Erosión Costera, el 42% de estos territorios se encuentran bajo amenaza por la emergencia de dicho fenómeno, generando no solo graves problemas sociales y económicos para los ciudadanos que allí se asientan, sino además daños irreparables para los ecosistemas marinos y costeros.

Uno de los esfuerzos que hace el país, a través de la academia, así como de las instituciones públicas y privadas, es el desarrollo de líneas de investigación en torno a la prevención y mitigación del riesgo generado por la erosión costera. Precisamente, el pasado 23 de mayo, se reunieron en Utadeo investigadores y actores del Sistema de Gestión de Riesgo de Desastres, en el marco del encuentro “Intercambio de experiencias de investigación sobre el Fenómeno de Erosión Costera”, organizado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

La apertura del evento que reunió las investigaciones de universidades, centros de investigación y entidades públicas, a través de siete ponencias, estuvo a cargo de Andrés Franco, director del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de Utadeo, quien recordó la responsabilidad que tienen los ciudadanos de un país como Colombia, el cual es considerado el segundo más biodiverso del mundo: “Los colombianos deberían conocer los bienes y servicios que los ecosistemas nos brindan como eje para conservarlos y respetarlos. Sin embargo, aún tenemos una visión muy destructiva

Andrés Franco, director del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de Utadeo y miembro de la Comisión de Sabios del Gobierno Nacional

El también integrante y coordinador de la línea de Océanos y Recursos Hidrobiológicos de la Misión de Sabios señaló que la actividad del hombre ha generado efectos desastrosos no solo en los territorios costeros, sino también en ecosistemas continentales. Ejemplo de ello es la minería ilegal que carcome los recursos de zonas como el Bajo Cauca, así como la contaminación por mercurio en el río Atrato. Los páramos también son víctimas de este flagelo, pues solamente en Chingaza, se cree que existen cerca de 34.000 kilómetros cuadrados afectados por larvas y hongos. En los ecosistemas costeros, un caso diciente es el de la Ciénaga Grande de Santa Marta, el cuerpo lagunar costero más grande de Colombia, donde toda su riqueza natural se está perdiendo, a tal punto, que se cree que 14.000 hectáreas han sufrido pérdida de la biodiversidad: “Esto nos lleva a pensar, sin duda alguna, que estamos viendo el surtimiento de un cementerio ecológico, con unas implicaciones culturales, económicas y ambientales muy elevadas”, subraya.

Franco dijo, además, que es imperativo que los resultados de investigación que se están desarrollando en esta materia sean socializados como parte de la Misión de Sabios, con el fin de emitir las recomendaciones pertinentes al Gobierno Nacional, especialmente en lo que se refiere al aumento del presupuesto para la financiación de la investigación y la infraestructura en la mitigación del riesgo.

Colombia necesita investigar con mayor tenacidad, compromiso y rigurosidad sus recursos naturales renovables y no renovables, pero también, con esa misma tenacidad, compromiso y rigurosidad, debe seguir investigando las dinámicas físico químicas, sedimentológicas y geológicas de la línea de costa”, agregó el director de Utadeo Santa Marta.

En segundo lugar, la subdirectora para el Conocimiento del Riesgo de la UNGRD, Lina Dorado, resaltó que, en este camino de la investigación del riesgo en zonas marino costeras, Utadeo ha sido una aliada. También indicó que, como parte del encuentro, se construirá un documento técnico que será presentado a la Misión de Sabios, al tiempo que se conforman nuevas líneas de investigación frente a la erosión marina: “Colombia está experimentando un fenómeno creciente de erosión costera que afecta los asentamientos humanos, los ecosistemas, las zonas hoteleras y la vivienda. Los costos sociales de la erosión costera son muy altos, pero este fenómeno también se está dando en los ríos, especialmente en el cambio de dinámicas fluviales en ríos como el Magdalena, que han provocado el reasentamiento de las comunidades”.

Insistió en que es necesario buscar la articulación entre el sector público y privado con las comunidades para generar estrategias de mitigación, prevención y atención de riesgos y desastres más efectivas, en un momento donde el recién lanzado Plan Maestro de Erosión Costera identifica 86 puntos críticos que requieren acciones de manejo integral del territorio, entre ellas prácticas sostenibles del uso de la tierra, pero también que propendan por la resiliencia, combinando la ingeniería inteligente con sostenibilidad ecológica.

 

¿Cómo va Colombia en la mitigación del riesgo de erosión costera?

En su introducción al evento académico, Martha Eddy Arteaga, bióloga marina tadeísta, quien se desempeña como coordinadora de Riesgo, Información y Participación Comunitaria del Ministerio del Medio Ambiente, señaló que todas las afectaciones de los ecosistemas del interior del país finalmente tienen implicaciones directas en las zonas costeras, razón por la que las acciones en mitigación del riesgo deben ser integrales: “Tenemos una zona costera amplia con unas características únicas. Sin embargo, Colombia ha sido un país que brinda mayor atención a problemas continentales y le da la espalda a los fenómenos marinos y costeros”.

Advirtió que es necesario iniciar con la implementación de Unidades Ambientales Costeras como herramientas básicas del ordenamiento del territorio marino costero, pues, si bien fenómenos naturales como el ascenso de nivel del mar tienen incidencia sobre la erosión de estas zonas, las mayores problemáticas se centran en la mala planeación del desarrollo en municipios costeros, así como la ejecución de obras que no cuentan con estudios técnicos apropiados, y en muchos casos, hechas de manera artesanal.

Sin embargo, sostiene, tras el Plan Maestro se han logrado dar algunos pasos. Uno de ellos es la inclusión de la gestión del riesgo en el Plan Nacional de Desarrollo proyectado por el Gobierno Nacional, el otro, tiene que ver con la incorporación de los procesos de adaptación a la erosión en los ecosistemas en la Ley de Cambio Climático: “hoy las comunidades ya hablan de mitigación y hay intercambio de conocimiento”, agrega. Del mismo modo, precisó que se han adelantado convenios de cooperación con el Gobierno de los Países Bajos, con el apoyo de instituciones públicas y privadas.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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