Pocas personas tienen el conocimiento que por más pequeño que parezca, tirar a la calle un chicle, una colilla de cigarrillo, un papel de una menta en cualquier parte del país, está abriendo una cadena de contaminación con cifras representativas ya que ese chicle que usted bota a la calle, posteriormente es arrastrado por la lluvia y llega a cualquiera de los 210.000 pozos que tiene la capital.
Luego de terminar flotando en estos ríos, ese pequeño papel o chicle viaja más de 10.000 kilómetros, pasando por más los 3.000 que pertenecen al sistema de alcantarillado pluvial, donde directamente se drenan las aguas lluvias, hasta que llega a su destino que sería uno de los canales que hidratan los humedales de la ciudad, o como tal al rio de Bogotá que ya tiene un alto grado de contaminación afluente.
Según el Ideam, en las descargas de materia orgánica y residuos industriales, se encuentran desde plásticos, madera, colchones e incluso, se llega hasta animales muertos que la gente arroja allí sin ningún tipo de problema, esto sin resaltar que por mes, los operarios de Salitre de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), sacan más de 80 toneladas de basura que se encuentra en las tuberías evitando que estos desechos también aporten su grano de arena a la contaminación del rio Bogotá.
Si un simple chicle o una colilla de cigarrillo casusa este tipo de contaminación, lo que llegaría a causar por lo menos un colchón, es poner en riesgo el funcionamiento del sistema de alcantarillado que bloquearía completamente una alcantarilla y llegaría a generar hasta una inundación.
Por su parte, Jonatán Chicazá de 25 años, uno de los 300 operarios de aseo con los que cuenta la compañía, comenta que su trabajo inicia desde las 7 am, recogiendo la basura en los sumideros de la capital, la basura que según él, la gente no es capaz de guardar en su bolsillo mientras encuentra una caneca.
Finalmente, hace un llamado a todos los ciudadanos a que sean conscientes que botando un solo papel a la calle, están afectando directamente a las fuentes que produce el agua que ellos mismos consumen.