Koko, una gorila de 27 años, era gran amiga de Robbin Williams y una vez supó que el actor había muerto no pudo ocultar su tristeza.
Ella conoció al actor hace 13 años en la Fundación Gorila, una organización donde se protege la vida de los primates. En 2001, Koko fue la delegada para darle la bienvenida a Williams cuando llegó en el 2001, debido a que admiraba la labor de la fundación. Desde ese momento se volvieron grandes amigos, ya que él fue quien hizo que Koko riera por primera vez en seis meses; ya que su compañero había muerto. Luego de eso, jugaban y disfrutaban el tiempo juntos.
La química entre los dos amigos se desarrolló fácilmente, la gorila más inteligente de la tierra entendía todo lo que el actor le decía en inglés y se comunicaban a través de signos, así mismo fue como comunicó su tristeza al conocer sobre el fallecimiento de su amigo.
De acuerdo a los cuidadores de Koko, cuando ella empezó a escuchar las conversaciones por teléfono sobre la muerte del actor, la gorila se "dirigió hacia el Dr. Patterson con un gesto inquisidor. El doctor le explicó ‘hemos perdido a nuestro buen amigo Robbin Williams’. Koko se mostró tranquila pero adoptó una mirada meditabunda”, según relatan varios medios.
Más tarde, luego de escuchar otras llamadas, donde una mujer lloraba por la muerte de Robin, Koko le dijo en signos a su cuidador: ‘la mujer llora’. Ese día sé la pasó completamente triste con su cabeza hacia abajo y sus labios temblorosos.
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