El viernes 1 de febrero de 1975 a las 8:50 de la mañana los 25 pisos del conocido edificio Joelma, en São Paulo, Brasil estaban completamente en llamas, en menos de media hora todo el edificio ardía, lo que causo que cientos de personas quedaran atrapadas dentro del edificio. Sin embargo a muchas personas no les sorprendió lo ocurrido, pues el edificio desde su construcción carecía de los sistemas requeridos para evitar este tipo de circunstancias, teniendo en cuenta que, no disponía de alarmas contra incendio, rociadores, luces de emergencia o de salidas de emergencia, y los sistemas de aire acondicionado habían mostrado gran cantidad de averías desde su instalación.
Así mismo, a medida de que los equipos de bomberos y de rescate pasaban de un piso a otro para evaluar los daños, encontraron un ascensor que estaba completamente sellado, se tuvo que realizar un gran esfuerzo para abrir las puertas, pero lastimosamente lo único que se encontró fue una masa de cuerpos carbonizados apilados en el suelo y en las paredes, lo sucedido fue que el calor metálico del ascensor que hizo que muchos de los cuerpos se fusionaran, dando como resultado una demora para contabilizar a las 13 víctimas, los cuerpos eran irreconocibles y nunca se pudo identificar los 13 cuerpos.
El edificio Joelma, después del incendio estuvo cerrado por muchos años por la remodelación que fue implantada para el edificio, tomando como nuevo nombre “Praça da Bandeira”, así mismo los residentes cercanos al edificio tenían la esperanza de que el nuevo edificio haría olvidar la terrible tragedia, pero todo lo contrario, el nuevo edificio presentó una fuerte actividad paranormal, sobre todo en los pasillos superiores del piso 15, pues al parecer son las anfitrionas de un variedad de apariciones fantasmales en las escaleras que hacen activar las alarmas de incendios e incluso causan mal funcionamiento en los ascensores.
Finalmente, expertos psíquicos han tratado de contactar con las almas de los fallecidos en el gran incendio, y éstos afirman que hay muchas energías que rondan por el piso número 15 del edificio y aunque muchas de las entidades son amigables, también han afirmado que existen presencias oscuras realmente enojadas. Actualmente, el antiguo edificio Joelma continúa en el intento de librar al lugar de los espíritus, y aunque algunas personas son escépticas a la presencia de actividad paranormal en el edificio, otras personas están convencidas de que todos los fenómenos son una realidad.
Laura Monroy-Frecuencia Cósmica