Las autoridades de la República de Macedonia cerraron la frontera con sus vecinos griegos con la finalidad de detener el paso de refugiados y migrantes a su territorio, así lo aseguró la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Grecia. Según el organismo de las Naciones Unidas, la medida fue tomada en respuesta a la actitud tomada por Serbia de limitar el paso de refugiados en su país a sirios, iraquíes y afganos.
En el paso fronterizo entre ambas naciones se encuentran entre 400 a 500 personas, que no han recurrido al uso de la fuerza para cruzar la frontera pero tampoco han aceptado regresar al campamento de tránsito ubicado en la localidad griega de Idomeni donde actualmente se encuentran entre 1700 y 2000 personas. Hasta el momento, las autoridades se han negado a recurrir a la violencia para disuadir los migrantes.
De acuerdo a estimaciones oficiales, alrededor de 200 iraníes se encuentran entre este grupo de personas. No obstante, no cuentan con el estatus de refugiados y su ingreso a Macedonia había sido impedido previamente por dicho país.
Durante la jornada de ayer llegaron al campamento solamente tres autobuses con refugiados y migrantes en su interior aunque se pronostica que lleguen más en las próximas horas desde Atenas con nuevas personas llegadas desde barcos que arriban diariamente al puerto de El Pireo desde las islas griegas.
Debido a los ataques registrados en París, el gobierno macedonio ordenó al ejército preparar el terreno para la construcción de una valla en la frontera con Grecia.
"La eventual construcción de una valla en algunos puntos de la frontera no significa que se vaya a cerrar la frontera, pero ayudará a canalizar el flujo de migrantes y a fortalecer el control”, declaró el ejecutivo del presidente Gjorge Ivanov en un comunicado oficial.