Según los expertos el suicidio no ocurre porque si, y no solo se presenta en personas depresivas, diversos estudios académicos revelan que alrededor del 90 % de los adolescentes que se quitan la vida tiene algún tipo de problema mental, incluso, los jóvenes pueden estar presentando depresión, ansiedad, violencia intrafamiliar, abuso de drogas, dificultades en el colegio, problemas con los amigos o un conflicto sobre identidad sexual.
Un factor importante es el acoso y el ciberacoso, que promueven el suicidio en los adolescentes y es por ello que los programas de prevención del suicidio centran su atención en las señales de alerta tempranas como el aislamiento, los cambios de humor o los comentarios recurrentes sobre la propia muerte.
Adicional a eso, los expertos hablan del término contagio social que se centra en la cobertura de los medios de comunicación en los casos de muerte trágica, que al parecer animan a los jóvenes más vulnerable a copiar el comportamiento suicida, mencionando la importancia que desde los Gobiernos de cada país se establezcan planes nacionales de salud para esta problemática.
Finalmente, varios registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyeron que Finlandia fue uno de los primeros países del mundo que desarrolló una estrategia de prevención del suicidio, y sus casos bajaron casi en un 40 % a lo largo de 5 años.