El Jugger es un deporte del que poco se ha escuchado o se conoce en Bogotá, por lo cual no muchos ciudadanos tienen conocimiento sobre las actividades que se realizan en la Biblioteca Virgilio Barco en torno al mismo. La primera vez en que se aprecia un partido, resulta un poco confuso identificar la función de cada uno de los integrantes del equipo, la explicación de sus movimientos, los utensilios que llevan entre manos y que denominan "armas" (entre ellas, una pelota adherida a una cuerda conocida como kette) y el objetivo del juego. Sin embargo, para abordar estos temas resulta imprescindible contextualizar previamente a quienes deseen acercarse a esta práctica, pues se trata de una mezcla de diferentes deportes que convergen para dar lugar a esta nueva tendencia nacida en Alemania en los años 90 y que poco a poco, se aferra al mundo del deporte en la capital.
Primero, es importante reconocer que se trata de un deporte de equipos que combina la pelota y el combate (como, por ejemplo, las tácticas que se dan en la esgrima) y que no se basa en la fuerza bruta sino, en la habilidad y la estrategia. Por ello a pesar de que en un primer momento parezca que el objetivo es tener un contacto de magnitud entre jugadores, el reglamento limita los impactos fuertes. Teniendo esta regla como base, se da inicio al juego; dos equipos de 5 integrantes cada uno se ubican en los extremos del campo después de haber ubicado el jugg en el centro (es decir, una pelota) y todos portan sus "armas" a excepción de uno, a quien se le conoce como qwik. El objetivo del partido consiste en que el jugador que se halla sin protección debe correr con la pelota en sus manos evitando ser tocado por alguna de las armas del equipo contrario hasta alcanzar el otro lado del campo y así, anotar un punto. Durante todo este trayecto es protegido por sus compañeros denominados pompfers, quienes a su vez intentan bloquear al enemigo. El juego se da por iniciado una vez el árbitro lo indique al pronunciar "1,2,3...¡Jugger!"
Por otro lado, es importante tener en cuenta que no todas las zonas del cuerpo son válidas a la hora de bloquear a una persona. Si, por ejemplo, un pompfer toca con su arma a un qwik en el cuello o cabeza, como castigo este se verá inmediatamente obligado a permanecer inmóvil por un lapso determinado otorgando ventaja al equipo contrario. Finalmente y como medida de seguridad, las armas se encuentran recubiertas por un material que tiene la capacidad de suavizar los golpes.
Este deporte se encuentra actualmente ofertado a todo público por Jugger Colombia, una pequeña organización que se reúne todos los domingos de 9:00 AM a 1:00 PM en las zonas verdes de la biblioteca Virgilio Barco y que además permite fundar equipos propios.
Por lo tanto, lo único que resta decir es... 1,2,3...¡Jugger!
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