Utadeo impulsa la agricultura sostenible en el Magdalena: un legado de innovación y crecimiento

Utadeo impulsa la agricultura sostenible en el Magdalena: un legado de innovación y crecimiento

Tres invernaderos sostenibles son la cosecha de los frutos del esfuerzo y el compromiso en un proyecto que ha llevado la esperanza y la prosperidad a esta región.

 

A aproximados 900 kilómetros de Bogotá, está Pivijay, un municipio del Magdalena con alrededor de 35.000 habitantes, y uno de los lugares protagonistas de esta historia. La Institución Educativa Departamental Rural de Media Luna fue el escenario en el que se presentaron las cifras y el balance de un proyecto que hoy permite transformación y desarrollo en este territorio. Los asistentes al evento conocieron en detalle los componentes administrativos, económicos y de investigación que hacen de la innovación agrícola en el Magdalena, con sello tadeista, todo un éxito.

En este lugar, donde la tierra ha sido generosa pero desafiante, emerge una sinfonía de avances. Aquí, la agricultura no es solo el cultivo de la tierra, es un aporte a la sostenibilidad y a uno de los objetivos principales de recorrer el territorio nacional: la transferencia del conocimiento, uno de los pilares de nuestra Universidad.

En un esfuerzo conjunto con el Sistema General de Regalías de la Gobernación del Magdalena, la Universidad Jorge Tadeo Lozano ha encabezado este trabajo -que llega por primera vez al territorio- en conjunto con los habitantes de la región. Esta iniciativa, cuyo horizonte se extiende hasta febrero de 2024, tiene como epicentro la promoción de la agricultura sostenible, la garantía de seguridad alimentaria y la transferencia de conocimientos, no solo a los estudiantes y profesores, sino también a los agricultores locales.

Con una inversión aproximada de 1.800 millones de pesos por cada desarrollo, la iniciativa ha sido abastecida con semillas de diversas hortalizas desde nuestro Centro de Bio-Sistemas en Chía. Estos alimentos, además de abastecer la demanda local, también se han puesto a la venta para generar ingresos adicionales tanto para las instituciones como para la región en su conjunto.

 

El proyecto, denominado "Implementación de una estrategia de agricultura sostenible en el departamento del Magdalena para la reactivación económica y la consolidación de la seguridad alimentaria en el pos-COVID19 Guamal, Pivijay, Zona Bananera", está respaldado por una inversión superior a los 6.500 millones de pesos. Su alcance ha abarcado tres municipios estratégicos: Pivijay, Zona Bananera y Guamal, desplegándose en tres instituciones educativas con énfasis agrícola en dichas localidades.

El corazón de esta iniciativa está en la comunidad. Varios visitaron Bogotá -muchos por primera vez- y participaron en cursos que buscaban desarrollar habilidades locales para el manejo de infraestructuras que son poco frecuentes en el departamento. Aprendieron de temas como la nutrición vegetal en ambientes protegidos, el manejo integrado de plagas, y estrategias para el control de clima en estos ambientes.

La innovación rompe barreras: el proyecto cuenta con el diseño de invernaderos adaptados a climas cálidos, estos permiten no solo un mayor crecimiento de los cultivos, sino también la posibilidad de incrementar la diversidad de especies hortícolas viables en condiciones similares a nivel nacional.

 

143.000 personas se beneficiarán con los tres invernaderos sostenibles y 2.337 personas fueron capacitadas, entre estudiantes, profesores y agricultores.

Esta región, caracterizada por su clima caluroso, ha sido un desafío singular que ha motivado la adaptación de invernaderos capaces de acelerar el crecimiento de las plantas, generando condiciones óptimas para su cultivo y la implementación de tecnologías de automatización alimentadas por energía fotovoltaica.

El impacto trasciende lo agrícola: se enfoca en la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y la integración de tecnología avanzada en los sistemas de producción. La sinergia entre energías renovables y un eficiente manejo del agua marca una diferencia notable en el cultivo tradicional de la región.

Más allá de los avances técnicos, el proyecto ha impactado positivamente en la generación de empleo en la región, con la creación de más de 20 puestos directos. Este impulso no solo fortalece la economía local, también brinda formación en tecnologías avanzadas de riego, análisis fitosanitario y cuestiones económicas, contribuyendo al empoderamiento de la comunidad. Adicional, se realizó un análisis económico y de comercialización de estos sistemas productivos teniendo en cuenta la reactivación económica pos-pandemia y analizando los modelos organizacionales del lugar.

Durante la visita nos sumergimos entre las primeras siembras de los invernaderos, un recorrido caluroso y enriquecedor junto a los agentes principales del proyecto. Observamos tomates cherry -un fruto impensable en la región hasta hoy-, pepinos grandes y sandias, probamos el dulce sabor de un sueño hecho realidad.

En el recorrido, en medio de un cultivo banano, encontramos uno de los invernaderos, que está rodeado de mágicos atardeceres y los anhelos de muchos jóvenes, pues ahora tienen allí un laboratorio práctico para su futuro. Esta es la evidencia del trabajo en equipo, la puesta en práctica de la innovación, la tecnología y el conocimiento a disposición de una comunidad que históricamente ha sido golpeada por el conflicto y vive necesidades que solo se evidencian al visitar el territorio.

 

El impacto proyectado es significativo, ya que la Universidad busca no solo influir positivamente en las comunidades del Magdalena, sino también evaluar el uso de invernaderos específicamente adaptados a climas cálidos.

Este proyecto no solo representa un hito en la historia del Magdalena, sino también un ejemplo de innovación, colaboración y compromiso con un futuro sostenible. La Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, a través de esta iniciativa, deja un legado de crecimiento, desarrollo y esperanza para las generaciones venideras en la región.

 

 

El equipo tadeísta que presentó el balance del proyecto en Pivihay está compuesto por: 
Luis Alejandro Arias - Investigador principal
Ferdy Alfonso Alvarado - Gerente Administrativo
Camilo Torres- Investigador del componente económico

Fotografía: Alejandra Zapata
Texto: Daniela Callejas Delgado

Utadeo impulsa la agricultura sostenible en el Magdalena: un legado de innovación y crecimiento

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Utadeo impulsa la agricultura sostenible en el Magdalena: un legado de innovación y crecimiento
Miércoles, Noviembre 1, 2023
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Tres invernaderos sostenibles son la cosecha de los frutos del esfuerzo y el compromiso en un proyecto que ha llevado la esperanza y la prosperidad a la región del Magdalena.

Utadeo impulsa la agricultura sostenible en el Magdalena: un legado de innovación y crecimiento

Tres invernaderos sostenibles son la cosecha de los frutos del esfuerzo y el compromiso en un proyecto que ha llevado la esperanza y la prosperidad a esta región.

 

A aproximados 900 kilómetros de Bogotá, está Pivijay, un municipio del Magdalena con alrededor de 35.000 habitantes, y uno de los lugares protagonistas de esta historia. La Institución Educativa Departamental Rural de Media Luna fue el escenario en el que se presentaron las cifras y el balance de un proyecto que hoy permite transformación y desarrollo en este territorio. Los asistentes al evento conocieron en detalle los componentes administrativos, económicos y de investigación que hacen de la innovación agrícola en el Magdalena, con sello tadeista, todo un éxito.

En este lugar, donde la tierra ha sido generosa pero desafiante, emerge una sinfonía de avances. Aquí, la agricultura no es solo el cultivo de la tierra, es un aporte a la sostenibilidad y a uno de los objetivos principales de recorrer el territorio nacional: la transferencia del conocimiento, uno de los pilares de nuestra Universidad.

En un esfuerzo conjunto con el Sistema General de Regalías de la Gobernación del Magdalena, la Universidad Jorge Tadeo Lozano ha encabezado este trabajo -que llega por primera vez al territorio- en conjunto con los habitantes de la región. Esta iniciativa, cuyo horizonte se extiende hasta febrero de 2024, tiene como epicentro la promoción de la agricultura sostenible, la garantía de seguridad alimentaria y la transferencia de conocimientos, no solo a los estudiantes y profesores, sino también a los agricultores locales.

Con una inversión aproximada de 1.800 millones de pesos por cada desarrollo, la iniciativa ha sido abastecida con semillas de diversas hortalizas desde nuestro Centro de Bio-Sistemas en Chía. Estos alimentos, además de abastecer la demanda local, también se han puesto a la venta para generar ingresos adicionales tanto para las instituciones como para la región en su conjunto.

 

El proyecto, denominado "Implementación de una estrategia de agricultura sostenible en el departamento del Magdalena para la reactivación económica y la consolidación de la seguridad alimentaria en el pos-COVID19 Guamal, Pivijay, Zona Bananera", está respaldado por una inversión superior a los 6.500 millones de pesos. Su alcance ha abarcado tres municipios estratégicos: Pivijay, Zona Bananera y Guamal, desplegándose en tres instituciones educativas con énfasis agrícola en dichas localidades.

El corazón de esta iniciativa está en la comunidad. Varios visitaron Bogotá -muchos por primera vez- y participaron en cursos que buscaban desarrollar habilidades locales para el manejo de infraestructuras que son poco frecuentes en el departamento. Aprendieron de temas como la nutrición vegetal en ambientes protegidos, el manejo integrado de plagas, y estrategias para el control de clima en estos ambientes.

La innovación rompe barreras: el proyecto cuenta con el diseño de invernaderos adaptados a climas cálidos, estos permiten no solo un mayor crecimiento de los cultivos, sino también la posibilidad de incrementar la diversidad de especies hortícolas viables en condiciones similares a nivel nacional.

 

143.000 personas se beneficiarán con los tres invernaderos sostenibles y 2.337 personas fueron capacitadas, entre estudiantes, profesores y agricultores.

Esta región, caracterizada por su clima caluroso, ha sido un desafío singular que ha motivado la adaptación de invernaderos capaces de acelerar el crecimiento de las plantas, generando condiciones óptimas para su cultivo y la implementación de tecnologías de automatización alimentadas por energía fotovoltaica.

El impacto trasciende lo agrícola: se enfoca en la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y la integración de tecnología avanzada en los sistemas de producción. La sinergia entre energías renovables y un eficiente manejo del agua marca una diferencia notable en el cultivo tradicional de la región.

Más allá de los avances técnicos, el proyecto ha impactado positivamente en la generación de empleo en la región, con la creación de más de 20 puestos directos. Este impulso no solo fortalece la economía local, también brinda formación en tecnologías avanzadas de riego, análisis fitosanitario y cuestiones económicas, contribuyendo al empoderamiento de la comunidad. Adicional, se realizó un análisis económico y de comercialización de estos sistemas productivos teniendo en cuenta la reactivación económica pos-pandemia y analizando los modelos organizacionales del lugar.

Durante la visita nos sumergimos entre las primeras siembras de los invernaderos, un recorrido caluroso y enriquecedor junto a los agentes principales del proyecto. Observamos tomates cherry -un fruto impensable en la región hasta hoy-, pepinos grandes y sandias, probamos el dulce sabor de un sueño hecho realidad.

En el recorrido, en medio de un cultivo banano, encontramos uno de los invernaderos, que está rodeado de mágicos atardeceres y los anhelos de muchos jóvenes, pues ahora tienen allí un laboratorio práctico para su futuro. Esta es la evidencia del trabajo en equipo, la puesta en práctica de la innovación, la tecnología y el conocimiento a disposición de una comunidad que históricamente ha sido golpeada por el conflicto y vive necesidades que solo se evidencian al visitar el territorio.

 

El impacto proyectado es significativo, ya que la Universidad busca no solo influir positivamente en las comunidades del Magdalena, sino también evaluar el uso de invernaderos específicamente adaptados a climas cálidos.

Este proyecto no solo representa un hito en la historia del Magdalena, sino también un ejemplo de innovación, colaboración y compromiso con un futuro sostenible. La Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, a través de esta iniciativa, deja un legado de crecimiento, desarrollo y esperanza para las generaciones venideras en la región.

 

 

El equipo tadeísta que presentó el balance del proyecto en Pivihay está compuesto por: 
Luis Alejandro Arias - Investigador principal
Ferdy Alfonso Alvarado - Gerente Administrativo
Camilo Torres- Investigador del componente económico

Fotografía: Alejandra Zapata
Texto: Daniela Callejas Delgado

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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