Este articulo pretende ser la simple respuesta de un estudiante a los artículos « Jeunes de France, votre salut est ailleurs : barrez-vous ! www.liberation.fr » y « The Best Hope for France’s Young? Get Out www.nytimes.com»
Me imagino que muchos jóvenes franceses leyeron los anteriores artículos y están esperando de Colombia algún tipo de aventura o un motto al estilo de : « El desamparado desecho de vuestras rebosantes playas Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a mí » (The New Colossus, Emma Lazarus) No pretendo que todos los inmigrantes se quieran quedar en las grandes ciudades. Seguramente, espero que tampoco quieran vivir la guerra que se vive a diario lejos de las grandes ciudades. Pero podríamos acercarnos como pueblos en vez de como estados. Como todo producto, este país viene con precauciones ; porque eso es lo que se ha convertido este país : en un producto.
Comencemos entonces, mis queridos lectores extranjeros.
Aquí también tenemos : violentos. Corruptos. Pseudo-políticos y gerontocracia. Existe lo que correspondería a la ultraderecha del Front Nacional y mucho peor. Acá seguimos viviendo el genocidio. Acá la izquierda y la derecha también son una falsa dicotomía. Acá existen los falsos positivos. Y muchas atrocidades más, qué alguien más valiente les contaría.
Aquí no tenemos : Independencia u objetividad por parte de los medios masivos de comunicación, tampoco seguridad para la prensa, tampoco seguridad en las calles o en el área rural, tampoco privacidad, tampoco sistema jurídico, legislativo y ejecutivo funcionales. No tenemos cultura ciudadana. No hay tolerancia. Atención : nunca hemos tenido educación gratuita cómo sucede en Francia. Y cuantos más se sumarían a la lista de lo que no tenemos…
Si va a utilizar este producto, no abuse de su consumo.
Bref, “on ne chasse pas, dans son propre poulailler.”.