Mujer vampiro. Sí, y aunque parezca difícil de creer, es la historia de María José Cristerna, una ciudadana mexicana, en el barrio de Sapopán, que decidió realizar una transformación total en su cuerpo, demostrando que la libertad se puede expresar de diferentes maneras.
María José Cristerna, abogada y tatuadora, empezó a realizar modificaciones en su cuerpo tras ser víctima de violencia familiar. ´Los tatuajes eran una forma de liberación para ella.
A pesar de su extravagante apariencia, cubierta de tatuajes en un 100 por ciento de su anatomía, varios piercings en su rostro, implantes de titanio, simulando cuernos y colmillos modificados de su propia dentadura, esta mujer señala tener una vida bastante “normal”.
Cristerna asegura haber pasado una etapa difícil luego de la separación de sus padres, esto la llevó a refugiarse en el mundo de los tatuajes. Fue en ese tiempo que conoció al padre de sus cuatro hijos, con quien se casó a los 17 años, pero nunca imaginó que sería maltratada por su esposo.
Sin embargo, los constantes golpes y maltratos en el hogar de parte de su pareja, fueron el detonador que dio inicio a su “reinversión” como persona, pues al mismo tiempo que trabajaba como abogada y atendía a sus hijos, acudía a hacerse un tatuaje, una forma de liberarse y sentirse conforme consigo misma, Agregó que aún piensa en seguir modificando su cuerpo, "un par de implantes en la parte posterior de la cabeza", señala, para eso sigue trabajando como tatuadora y diseñando cortes, en una habitación acondicionada especialmente en su hogar.
Este es un ejemplo de vida de una persona que para muchos es diferente, pero la realidad es que es una persona común y corriente con una vida normal, de este punto partimos que los dichos muchas veces son reales " las apariencias engañan".