Taxis en Cartagena, un problema para el turista

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Taxis en Cartagena, un problema para el turista
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Miércoles, Julio 6, 2016
Todos los que llegan a la ciudad se enfrentan a este dilema.

Por: Sebastián Arenas

El servicio de taxi es polémico en la mayoría de las ciudades del mundo. Es un gremio fuerte que quiere imponer sus directrices y, que lo hace con abuso, si las autoridades no los controlan, lo que sucede en Cartagena, donde al foráneo, que necesita movilizarse dentro de la mágica capital del departamento del Bolívar, se le cobra lo que se quiera. Los usuarios padecen porque los nativos se aprovechan que vienen de otros lugares y no conocen el funcionamiento de un lugar que tiene turistas todos los días del año. 

Por eso, aquí les damos pistas para que su experiencia en el sitio que adorna su belleza con las murallas, y un mar que deslumbra por su color e imponencia, no sea tormentosa al momento de subirse a uno de los miles de taxis que recorren las calles de Bocagrande, Castillo Grande, El Laguito, Los Morros, Crespo, el Centro Histórico, etc.

Pero, ¿qué opina un cartagenero sobre los abusos de los taxistas con los turistas? Rafael Gómez, quien se desempeña como guardia de seguridad y control en un edificio en el que se arriendan apartamentos para las personas que llegan a disfrutar de ‘La Heroica’ por unos cuantos días, es consciente de que en muchas ocasiones se intenta sacar provecho de la buena fe del visitante.

Si es una realidad que siempre se busca sacar ventaja económica de la ‘inocencia’ del foráneo, los mismos cartageneros lo reconocen y las autoridades no hacen mucho al respecto, ¿cómo no dejarse ‘meter la mano al dril’?

Pero el problema de los taxis en Cartagena va más allá. Con la llegada de TransCaribe, el sistema de transporte masivo, y el funcionamiento del servicio informar como el mototaxismo, sumado a las plataformas tecnológicas, los taxistas justifican su actuar, porque aseguran que el negocio ya no es rentable.

La tarifa mínima es de seis mil pesos, la máxima, que puede ser del cerro de La Popa a Bocagrande, puede valer 20 mil pesos. Nunca debe costar más. Si le adjudican un precio mayor, tome precauciones para la próxima. Actualmente, la Alcaldía de Cartagena estudia la posibilidad de implementar taxímetros, idea que divide al gremio de taxistas. Unos dicen que no es conveniente para una ciudad pequeña como Cartagena, además de que dejarían de cobrar lo que quieren y la mínima pasaría de $6.000 a oscilar los $4.000. Otros, como Aristides, creen que sería lo mejor para ellos y para los usuarios.

En conclusión, Cartagena, como múltiples ciudades colombianas, vive una crisis en el transporte público, que deriva en los abusos contra el turismo, actividad que cada día le deja millonarias ganancias a una ciudad que desata opulencia, pero padece de pobreza en no pocas cantidades. El servicio de taxis es solo un reflejo de cómo los cartageneros buscan ganarse la vida; en muchas ocasiones, dependiendo del que llega de afuera, que debe estar atento para que no se aprovechen de su nobleza.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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