En su acostumbrada columna dominical en El Espectador, el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, explica esta vez que "Los recursos destinados a ciencia y tecnología en el plan de desarrollo 2014-2018 reafirman la escasa importancia que el Estado y los partidos le prestan al ideal de la sociedad del conocimiento".
Kalmanovitz indica que "En efecto, el gobierno central asigna $1,7 billones, que es el mismo presupuesto de Colciencias de siempre, $400.000 millones anuales; este sólo alcanza para pagar una burocracia que tiene la virtud de irritar y martirizar a la pequeña comunidad de investigadores con que cuenta el país".
Y señala que "Colciencias supone que los investigadores actúan de mala fe y, por lo tanto, les exige pruebas repetidas sobre la autenticidad de sus publicaciones, si son parte de proyectos de investigación y si han sido evaluadas por pares".