Edén Pastora, un hombre difícil de entender y tratar
A propósito del fallecimiento de Edén Pastora, más conocido en toda Latinoamérica como “El Comandante Cero”, el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón, en su columna de opinión en El Nuevo Siglo, detalla la personalidad de quien fuera una de las figuras más prominentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
El directivo recuerda el diálogo que hace varios años sostuvo con quien fue uno de los líderes de la revolución en Nicaragua: “no olvidaba el asesinato de su padre por la Guardia Nacional de los Somoza, dijo que en los combates disparaba de lado a sus adversarios para hacerlos sufrir menos”, evoca el columnista, quien define a Pastora como un hombre difícil de entender y de tratar.
Tras 1978, cuando el comando insurgente sandinista logro tomar el Palacio Nacional de Managua, con el fin de presionar la salida del poder de Anastasio Somoza Debayle, la opinión pública a nivel mundial conocería a Pastora, quien, tras la caída de Somoza en 1979, y luego de haber ocupado un viceministerio, se declaró antisandinista, amigo y enemigo de los Ortega.
“Quiso ser presidente en dos ocasiones, llevó vida de aventura, se opuso al marxismo de sus antiguos camaradas, recibió dineros de simpatizantes en varios países y de la CIA, atacó el Puerto de Managua, Corinto en el Pacífico y San Juan del Norte, resultó herido por una bomba que mató a ocho compañeros”.