El glifosato: una solución tan costosa y nociva como ineficaz
Luego del anuncio hecho por el presidente Iván Duque sobre el interés del Gobierno en reanudar la aspersión aérea con glifosato, el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su columna de opinión en el diario El Espectador, hizo una revisión por diferentes investigaciones y casos que demuestran los efectos negativos que tiene este herbicida, argumentos que lo llevan a decir que esta solución es tan costosa y nociva como ineficaz.
Así, por ejemplo, lo demuestra el estudio adelantado por Adriana Camacho y Daniel Mejía, según el cual los efectos de rociar con glifosato cerca de 126.000 hectáreas anuales durante una década son incipientes en la disminución de la producción de cocaína en el país, si se comparan con los efectos negativos causados por la aspersión, entre ellos daños irreparables a la fauna y al equilibrio ecológico de las regiones fumigadas, así como afectaciones a la salud humana, que van desde irritaciones cutáneas, hasta malformaciones genéticas y cáncer.
Este caso, según lo manifiesta el columnista, no es aislado. En agosto del año pasado, un jurado de Estados Unidos condenó a Bayer, empresa productora del glifosato, a indemnizar con 289 millones de dólares a un jardinero que padece linfoma no Hogdkin, un tipo de cáncer que ataca las células de la sangre, y que está asociado a este herbicida: “La Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre el posible efecto cancerígeno del glifosato, algo que sirvió para que el ministro de Salud de la pasada administración, Alejando Gaviria, suspendiera el programa de aspersión aérea del veneno”.