El inconformismo social se generaliza en Iberoamérica
Una ola de inconformidad social ronda a Iberoamérica, así lo han demostrado las protestas que se han desarrollado en Ecuador, España, Chile y Colombia. Este último país vivirá el próximo 21 de noviembre un paro nacional convocado por las organizaciones sindicales y sociales en contra de las reformas pensional, laboral y tributaria, así como la reactivación de las fumigaciones aéreas, la devaluación, el incremento del desempleo, la inseguridad y la corrupción, entre otros muchos factores que se han hecho evidentes en el Gobierno Duque.
En su más reciente columna de opinión en Pulzo, el director del Departamento de Comunicación Social y Cinematografía de Utadeo, Andrés Barrios, analiza es fenómeno: “Legítima protesta social que se desdibuja y pierde sentido en los hechos conexos a la manifestación pública; vandalismo y excesos naturalizados en las marchas que se han vivido, los días jueves, en algo más del último mes. Convergencia de intereses ciudadanos infiltrada por delincuentes que desde el anonimato y su actuar encapuchado irrumpen la cotidianidad de la vida ciudadana”, señala el columnista.
Además, indica que la violencia social que se ha generado en las marchas estudiantiles de las últimas semanas ha estado permeada por los grupos al margen de la ley, al tiempo que las “labores de inteligencia” de la fuerza pública no han tenido una buena percepción ante la opinión pública.
Uno de los casos mas dicientes, argumenta Barrios, es el ocurrido en Chile, con hechos terroristas que han sido orquestados en contra del Metro de Santiago y los saqueos a supermercados, locales, bodegas, oficinas y demás establecimientos comerciales.
“Tensión política, económica y social que agudiza la polarización ideológica del país suramericano que transita una ruptura en la visión de la construcción de nación entre el caudillo, exmandatario de izquierda, y el ungido que después de elegido se constituyó en el férreo opositor”.