"El país se encamina hacia un peligroso déficit fiscal"
Ante las medidas tributarias y fiscales que ha tomado el Gobierno del presidente Duque, primero con la reforma tributaria y luego con el ajuste al salario mínimo, el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su columna de opinión en El Espectador, destaca que, de seguir así, el país se encamina hacia un peligroso déficit fiscal en detrimento de la pérdida de su grado de inversión, llevando con ello a la desconfianza inversionista.
Así, plantea el experto, la actual administración pretendió aumentar en un 10% el presupuesto de sus gastos, lo cual condujo a pedir, en la nueva reforma tributaria, el recaudo de 14 billones de pesos: “El ministro intentó golpear de nuevo a los sectores más vulnerables de la sociedad con su IVA a la canasta básica, pero la opinión indignada se lo impidió. El Centro Democrático, por su parte, aprovechó la guachafita parlamentaria para devolver impuestos a diestra y siniestra, lo que terminó con un saldo negativo para el fisco: $7,5 billones de impuestos adicionales y $9 billones de exenciones”.
Ahora bien, Kalmanovitz señala que la situación se agudiza por cuenta del ajuste al salario mínimo, en la medida que este duplicó la inflación del año anterior y aumentará los gastos de funcionamiento del Estado. Destaca también que la reforma tributaria alivió las cargas de los pensionados ricos, acelerando el déficit pensional.
Frente a eso, Kalmanovitz sostiene que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, tiene pocas opciones, ya sea ajustando el gasto estatal, con consecuencias electorales para el Centro Democrático, o bien, vendiendo activos de la nación, con el agravante de que a futuro se disminuiría el flujo de caja. Precisamente, es este el último camino por el que pareciera que el Ejecutivo se ha inclinado con la venta de las acciones en Ecopetrol.
“La falta de cuidado en las inversiones hechas en Reficar, Ecodiesel y Bioenergy, una planta de etanol en los Llanos Orientales, más los altos subsidios que otorga a ingenios de azúcar y palmicultores, insinúan que cae presa de los intereses de las elites y toma malas decisiones para el peculio colectivo”, argumenta.
