En medio de las tensiones políticas en Nicaragua que han generado las protestas en contra del gobierno de Daniel Ortega, las cuales ya arrojan cerca de 300 muertos y 2000 heridos, se escuchan las voces del sandinismo que, al estilo de Nicolás Maduro, aducen que los golpistas en ese país están ofreciendo a Colombia anular el fallo de la Corte Internacional de Justicia sobre la plataforma marítima en diferendo a cambio de participar en una conspiración en contra de Ortega.
En su columna de opinión en El Nuevo Siglo, el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón, señala que el gobierno nicaragüense está confundiendo dos hechos políticos de naturaleza distinta, tal como ya lo ha referido el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo. El columnista afirma, además, que nuestro país no interviene en asuntos internos de ningún Estado, aún cuando el actuar del régimen del país centroamericano preocupe.
En cuanto al diferendo limítrofe, la posición del gobierno Duque ha sido la de calificar como un acto ilícito internacional la sentencia proferida en noviembre de 2012 por la Corte de La Haya, razón por la que se mantiene la postura de su inaplicabilidad y un asunto que solo podrá resolverse en la medida que ambos países firmen en tratado bilateral: “Ninguna es la veracidad de la fábula del complot invento del jefe sandinista al delirar acerca de la supuesta confabulación de Colombia con sectores de oposición a su régimen”, argumenta Pinzón.
Finalmente, acuñando las palabras del expresidente Laureano Gómez en 1935, Pinzón argumenta que Colombia no tiene nada que litigar en un escenario en el que no le corresponde: “La sombra siquiera de un compromiso internacional que adquiera Colombia de alterar o revisar sus límites por decisión de un organismo internacional, así sea el más alto e imparcial, es en grado sumo peligroso porque ninguna Nación debe contraer compromisos jurídicos que no sea lícito o factible cumplir”, cita.