"La administración Duque-Uribe no tiene capacidad de dirigir la sociedad ni la economía para cumplir su reaccionario programa"

Utadeo en los Medios

Lunes, Noviembre 18, 2019

Esto es lo que concluye el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su columna de El Espectador, al referirse a las señales mixtas que envía la economía colombiana, por un lado de crecimiento económico, pero por el otro, de aumento de la inflación y de déficit fiscal.

Fotografía: Oficina de Comunicación

La economía colombiana envía “señales mixtas”. Por un lado se habla de un crecimiento económico del 3%, en un momento donde América Latina solo crece al 0,6%, mientras que la inflación llega al 4%, cifra superior a la proyectada por el Banco de la República, al tiempo que la devaluación se intensifica. Así lo señala, en su más reciente columna de opinión en El Espectador, el profesor emérito de Utadeo Salomón Kalmanovitz, quien advierte que el emisor deberá tomar medidas drásticas a futuro con el fin de contener la inflación so pena de multiplicar los desequilibrios económicos, entre ellos el desempleo.

“La devaluación del 13 % en lo corrido del año debería fomentar las exportaciones, pero estas se siguen contrayendo al 1,2 % durante el tercer trimestre frente al anterior. Debería también frenar las importaciones, pero no: estas aumentaron de nuevo al ritmo endiablado del 10 %. Sin embargo, el voluminoso déficit comercial no le hace mella al crecimiento del PIB que, empujado por el director del DANE, alcanzó el 3,3 % durante el tercer trimestre”, agrega Kalmanovitz.

El experto analiza que el crecimiento de la economía se debe al sector financiero, pues este ha tenido una tasa de 8,2% debido a las utilidades del sector. Sin embargo este no genera empleo ni salarios: “Otro campeón es el comercio, financiado obviamente por el primero, que crece casi al 6 % y se dinamiza vendiendo bienes importados, sobre todo chinos, pero también muchos carros de México y Brasil, que, a diferencia de Colombia, se siguen industrializando”.

Ante estos fenómenos de inestabilidad macroeconómica y del panorama que se avista para el país, Kalmanovitz sostiene que la actual administración de Duque-Uribe “no tiene capacidad de dirigir la sociedad ni la economía para cumplir su reaccionario programa, que consiste básicamente en volver a la guerra”.