¿Qué pasa con la protección a la industria en Colombia? columna de Salomón Kalmanovitz

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¿Qué pasa con la protección a la industria en Colombia? columna de Salomón Kalmanovitz

Utadeo en los Medios
¿Qué pasa con la protección a la industria en Colombia? columna de Salomón Kalmanovitz
Lunes, Mayo 6, 2019
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En su columna de El Espectador, el profesor emérito de Utadeo señala que, después de treinta años, se ha vuelto a discutir sobre la protección a la industria, en un momento donde se encuentra debilitada, no por los aranceles, sino por un Estado débil que no ha podido ordenar la economía y la sociedad.
Fotografía: Oficina de Comunicación

Una industria que se ha debilitado considerablemente en los últimos treinta años como consecuencia de un Estado débil que es incapaz de ordenar la economía y la sociedad, es la radiografía que presenta, en su más reciente columna de opinión en El Espectador, el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz.

Retomando las discusiones planteadas por Luis Ospina Vásquez, en 1955, en su libro clásico de teoría económica, titulado “Industria y protección en Colombia”, relanzado recientemente en la Filbo. En él, el experto económico analiza la evolución económica del país desde la Colonia hasta 1930, especialmente desde lo que tiene que ver con las políticas públicas en torno a la industrialización.

“Su pregunta fundamental era qué tanto bien le hacía al país la protección de una industria que definió como artificial, pues importaba su maquinaria y parte de sus materias primas, produciendo bienes de inferior calidad a precios superiores a los internacionales. La protección podía ser un pesado impuesto que debían pagar todos los consumidores”, describe Kalmanovitz en torno a la tesis de Ospina.

De este modo, a pensadores como Ospina se sumó Eduardo Nieto, quien contribuyó a comprender por qué la economía colombiana tenía una evolución cerrada al mundo exterior, al tiempo que el café y las dinámicas de la sociedad antioqueña impulsaron un capitalismo encasillado en un viejo sistema feudal.

Más adelante, adoptando el legado de estos dos pensadores, en diálogo con Carl Marx y Max Weber, Estanislao Zuleta y Mario Arrubia continuaron el análisis de las políticas en industrialización, y luego, Jorge Orlando Melo, Álvaro Tirado, Germán Colmenares, Margarita González y Jaime Jaramillo fundaron lo que se denominó como “la nueva historia”, un movimiento que combinaba los planteamientos de los historiadores norteamericanos y los europeos en torno al caso colombiano, que desencadenó en un interesante corpus teórico sobre historia económica y social del país que transformó la manera en la que se enseña historia en los colegios del país.

Consulte la columna de opinión en el portal web de El Espectador

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