Indignante e insólito. Estos son tan solo algunos de los adjetivos con los que expertos, analistas políticos y funcionarios del Gobierno han calificado las demandas de la empresa Odebrecht en contra de nuestro país. El presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón, se pronunció sobre el tema, en su más reciente columna de opinión publicada en El Nuevo Siglo.
Para el consejero es increíble que una empresa que está siendo investigada y que ha sido sancionada por repartir coimas al más alto nivel en toda América Latina termine demandado a Colombia para proteger sus inversiones, al tiempo que la constitución de un tribunal de arbitramento le generaría al país un costo de millones de dólares y una etapa de conciliación de por lo menos veinte meses.
Pinzón comparte las posturas expuestas por el senador Robledo y el procurador Carrillo, en torno a que los intereses de la compañía son de carácter leonino y presentan unos matices temerarios e inaceptables: “Aquí, en lugar de finiquitar contratos incumplidos por la multinacional, de demandarla por los inmensos perjuicios ocasionados con su criminal accionar, resulta injurioso y apabullante el anuncio de concentrarnos en la defensa frente a la absurda embestida, en intercambiar ideas para aceptar una confrontación inverosímil”, indica.
Ante ello, el columnista invita a tomar una posición de Estado, que sea coordinada y que, ante todo, no caiga en la trampa de facilitar conciliaciones que le permitan sacar ventaja a la multinacional. Así mismo, extendió una invitación al presidente de Colombia, Iván Duque, para que analice la situación y se asesore de expertos: “Lo único que faltaba, la falacia de la expropiación de Odebrecht y pactar indemnización por “violación” a derechos de inversionistas extranjeros causantes de un episodio de corrupción internacional de incalculables proporciones. ¡Ojo con esto!”.