Los ojos de Catherine se abren maravillados. Casi sin pestañear, esta estudiante de noveno grado del Liceo Femenino Mercedes Nariño no puede creer la manera como se forman figuras y se crean elementos a través de una impresora 3D, dispositivo que conoce por primera vez, y que hizo parte de la exhibición de TadeoLab satélite, en el marco de Expociencias 2017 que se realizó en Corferias, del 19 al 22 de octubre.
Los niños fueron protagonistas en TadeoLab Satélite.
Como Catherine, quien luego de esta demostración quiere estudiar robótica, miles de niños, adolescentes, jóvenes y adultos cacharrearon y jugaron con la ciencia, a través de las cerca de quince interacciones disponibles en el stand de Utadeo. Sofía, con tan solo 12 años es un buen ejemplo de ello, pues durante su estadía en TadeoLab satélite no paró de saltar al frente de un kinnect o cámara que simulaba las condiciones de movimiento, traduciéndolas en colores, pixeles o burbujas de gravedad, en la interacción “Pintar con el cuerpo”: “Esta aplicación analiza el movimiento cuando se está en una actividad física como el ballet o el taekwondo, permitiendo afinar las habilidades y los giros para una coreografía o realizar un deporte”, menciona Federico Sarmiento, profesor de TadeoLab.
Equipo TadeoLab en Expociencia 2017
Y es que durante los cuatro días de Feria, estudiantes y profesores del Laboratorio tadeísta se encargaron de demostrar que la ciencia es todo menos aburrida: “Es interesante ver que los proyectos de los estudiantes de diferentes carreras que se desarrollan en TadeoLab tienen aplicación no solo en la industria sino en las motivaciones de los niños para entrar a explorar el mundo de la ciencia y el diseño, y así generar proyectos atractivos”, relata emocionado David, estudiante de los programas de Diseño Industrial y Publicidad de Utadeo, quien recuerda que la mejor forma de entender la ciencia es acercándose a ella desde la práctica y no desde los conceptos.
Modelo a escala de domo en guadua.
Mientras David continúa explicando el funcionamiento de la impresora 3D a los estudiantes que pasan por TadeoLab Satélite, al fondo del espacio encontramos a otro de nuestros estudiantes, Julián Rozo, quien enseña a algunos niños la dinámica del arte generativo, haciendo uso de una especie de pedal conformado por dos piñones y un par de brazos, los cuales dibujan, generan formas, colores y texturas de acuerdo a la variación de la distancia y disposición de los piñones, de tal manera que cada pedaleo crea un trazo único.
Mientras eso sucede, al otro lado del stand de Utadeo se encuentra el profesor Germán Benavides, quien introduce a los visitantes acerca de la construcción y uso del Internet de las Cosas y Realidad Aumentada.
Interacción de realidad aumentada.
En el Internet de las Cosas, el celular es utilizado como un control remoto para un prototipo de carro, haciendo uso de un pequeño dispositivo wifi que conecta ambos artefactos. Lo increíble de esta experiencia es su sencillez de construcción y adquisición de los materiales. Según Benavides, un módulo wifi puede costar 19 mil pesos y conectar varios sensores que controlen los dispositivos. Pero su uso no se limita al entretenimiento, tiene tantas funcionalidades posibles como el hecho de automatizar el riego de un cultivo o controlar la humedad de un suelo, lo cual permitiría a los agricultores estar al tanto de su producción desde cualquier parte del mundo.
Impresora 3D
Por su parte, en la realidad aumentada, los objetos virtuales se superponen a los físicos, complementando su información. Así, por ejemplo, imagine un cuento impreso que al escanear una de sus fotografías, a través de un teléfono inteligente, despliegue un videojuego o narre la historia desde un vídeo. Esta experiencia, aunque es conocida comercialmente, también puede ser implementada a partir de programas gratuitos como Unity, Processing y Aurasma.
Stand institucional de Utadeo en Expociencia
Así mismo, en el stand de Utadeo en el primer piso del Pabellón 1 de Corferias, sus visitantes tuvieron la oportunidad de disfrutar el sabor de los tomatés orgánicos cultivados en el Centro de Bio-Sistemas de Utadeo.
Finalmente, el profesor Benavides diseñó una serie de ocho interacciones que estuvieron dispuestas a la entrada del segundo piso del Pabellón 1 de Corferias, en el espacio de “Cacharrerar con ciencia" que organizó la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC). Estas actividades consistían en la detección de movimiento mediante una cámara web (tracking), que eran transformaban por un software en pixeles, colores y burbujas de gravedad.
Según datos de los organizadores, se estima que más de 50.000 personas visitaron la Feria, al tiempo que se presentaron 2.000 proyectos de ciencia y 13 conferencistas nacionales y extranjeros.
