El esfuerzo, la persistencia para alcanzar los sueños y marcar la diferencia es el común denominador de los setenta estudiantes tadeístas que el pasado 23 de noviembre recibieron la beca a la Excelencia Académica en la modalidad de pregrado correspondientes al tercer semestre de 2015 y primer semestre de 2016, así como el reconocimiento a los egresados de posgrado que con sus trabajos de investigación aportaron al desarrollo social del país. La ceremonia que se celebró en el Aula Máxima contó con la presencia de la vicerrectora Académica de Utadeo, Margarita Peña; el secretario general de la Institución, Carlos Sánchez; y los decanos de las facultades de Ciencias Sociales, Ciencias Económicas Administrativas, Ciencias Naturales e Ingenierías y Artes y Diseño, Sandra Borda, Fernando Copete, Isaac Dyner y Alberto Saldarriaga, respectivamente.
En su intervención, la vicerrectora académica exaltó las calidades académicas y personales de quienes recibieron el reconocimiento, al tiempo que los invitó a vincularse y liderar los semilleros de investigación, convertirse en monitores de clase y aportar sus ideas innovadoras y brillantes al Plan Estratégico 2020: “Ustedes son un ejemplo para sus compañeros, un motivo de orgullo para su familia y para la comunidad tadeísta. Reconocemos con este logro su disciplina, capacidad, inteligencia y voluntad para alcanzar las metas que se propusieron. Su esfuerzo y el de sus familias se ven recompensados con éxitos como este. Su apoyo puede ser definitivo para otros estudiantes y muy valioso para sus profesores. Con su esfuerzo están haciendo significativo su paso por la Universidad y dejando una huella que más tarde traerá más y mejores frutos a su carrera profesional”.
De igual manera, Alexandra Zambrano, quien obtuvo la beca a la excelencia académica durante los dos periodos, recordó a sus compañeros que la calidad no solo consiste en sacar notas altas, sino más bien al perfeccionamiento dentro del proceso de aprendizaje: “Como estudiantes debemos prepararnos no solo como mejores profesionales sino también para ser los mejores seres humanos en mente y actitud, siempre al servicio de la comunidad. Ello implica enfrentar los retos con optimismo, constancia y dedicación, estableciendo como principio de la vida la búsqueda incansable de un desarrollo armónico en todas las dimensiones”.
La estudiante de quinto semestre de Diseño Gráfico destacó que el camino a la excelencia no es fácil y requiere de múltiples sacrificios: “Han sido muchas las horas que hemos tenido que dedicar al estudio. Ser el mejor requiere un gran compromiso con nuestra Institución y sobre todo con nosotros mismos, pero cuáles son nuestras metas y aspiraciones, qué esperamos para nuestras vidas. Dos preguntas que resumen todas nuestras expectativas reflejadas en la necesidad de estudiar lo que se quiere y querer lo que se hace, preparándose para obtener una mente exitosa. En la vida tendremos que enfrentar situaciones difíciles, pero es gracias a esa formación integral que nos han brindado nuestros padres, familiares, amigos y los inculcados en las aulas de la Universidad lo que nos permitirá superarlos”.
Historias de excelencia
Amanda Ramos se considera la mamá más orgullosa del mundo. Su hijo Javier Andrés Rojas, egresado del programa de Cine y Televisión, obtuvo la beca a la Excelencia Académica correspondiente al tercer semestre de 2015, premio que recibió en representación de su hijo, debido a que él se encuentra realizando el Máster en Producción de Cine en la Escuela de Cine de Barcelona: “Estoy muy feliz. En mi casa, mi esposo y mi otro hijo están felices, porque es un reconocimiento a la disciplina y al apoyo que todos le hemos dado. Para Javier Andrés este premio también es muy importante, pues resalta el esfuerzo que hizo durante todo su programa de estudio”.
Amanda recuerda que, desde su corta edad, su hijo se destacaba en el ámbito académico en Ibagué, ciudad de la que es oriundo, a tal punto que ganó en su colegio la Prueba Saber 9 y obtuvo el segundo lugar en las pruebas Saber 11: “El sueño de mi hijo es ser un gran productor de cine. Como padres somos los principales promotores de este premio, porque siempre hemos estado pendientes de él, tanto en su colegio como en la Universidad. Ahora que está en Barcelona lo estamos apoyando y sentimos que él está retribuyendo ese compromiso que tiene hacia nosotros”, relató Ramos, quien instó a los padres de familia a apoyar a sus hijos para estudiar lo que deseen, lo que los haga felices.
Y los ingredientes para la Excelencia Académica son...
La dedicación, tener claro cuál es el camino a seguir, hacer sacrificios, perseverar y tener la agudeza para cosechar los éxitos, parecen ser algunos de los ingredientes para lograr la excelencia académica. Así lo resaltan Alexandra Zambrano y Ciro Ángel Bautista, especialista en Periodismo Digital, quien obtuvo el reconocimiento a la Excelencia Académica en la modalidad de posgrado, gracias a los aportes realizados a la plataforma digital para los campesinos colombianos, Agronet, a través de su trabajo de grado: “Aunque la aplicación lleva más de diez años, le faltaba estructuración, pues no contemplaba la alfabetización de los campesinos, sus formas de vivir y menos la inmersión con las nuevas tecnologías. Hicimos un análisis y estudio etnográfico para conocer esos vacíos que presentaba la herramienta y mirar un poco cuáles deberían ser esos contenidos que ella ofrece, cómo debería ser más útil según el nivel de alfabetización digital que tenían los campesinos, y por supuesto, que fuese una herramienta oportuna ante las necesidades que presentaban desde cualquier punto de la geografía nacional”, comenta Bautista acerca de su propuesta, quien además agrega que aprovechar la oferta y los diálogos académicos que ofrece la Universidad, sumado a la experiencia, son los pilares para lograr una coherencia entre el hacer, pensar y proyectar.
Para Alexandra, la Excelencia Académica “Es una cuestión de disciplina más que de tener talento y ser extremadamente habilidoso en algo. En mi caso, mi carrera tiene muchos talleres, entonces consiste en una práctica en el hacer constantemente, tener horarios establecidos y ser muy riguroso. Cuando uno se esfuerza tanto, sacrifica tantas cosas, como los fines de semana, uno esperaría que eso fuera reconocido. La alegría es inmensa, más cuando el premio es solo para un estudiante por programa”, puntualiza la estudiante, quien desea convertirse en una destacada ilustradora y diseñadora editorial.
