El nuevo acuerdo de paz

El nuevo acuerdo de paz
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Lunes 21 de Noviembre 2016
Tomado de http://poligrafodigital.com/gobierno-colombia-las-farc-logran-nuevo-acuerdo-paz/

La revisión del acuerdo logrado con las Farc, tras el triunfo de la derecha en el plebiscito del 2 de octubre, le puede aportar un mayor apoyo político, pero es un serio revés tanto para la reparación de las víctimas como para la construcción de Estado a las que se comprometió el Gobierno.

La restitución de las tierras despojadas a millones de familias, que no había logrado despegar, ahora va a estar más limitada, con el empoderamiento de los latifundistas que se sienten triunfantes.

Destaca en especial que se echó para atrás la implementación de un nuevo catastro, requisito fundamental para delimitar la propiedad, hacer su inventario exacto, incluyendo los baldíos, y superar diferencias en su posesión. A los que obtuvieron un botín de guerra se les facilitará su legalización, incluyendo los baldíos que apropiaron indebidamente.

Es igualmente grave que se frena el fortalecimiento del municipio mediante el impuesto predial que puede financiar obras públicas locales y complementar los gastos en educación y salud que hace la Nación. Se aplaza así que se forje una vibrante sociedad civil a nivel local que participe en las decisiones que afectan su suerte.

Se perpetúa además la injusticia tributaria: los dueños de 30 millones de hectáreas, la mayor parte de ellas enmontadas, no pagan impuestos, mientras que pequeños y medianos propietarios actualizan el valor de sus predios frecuentemente y pagan más que los latifundistas. Estos esperan a que las obras públicas valoricen sus terrenos.

Esa distribución de la propiedad rural, una de las peores del mundo, ha sido un pesado lastre para el desarrollo económico del campo y también para que los ricos del país compartan una mentalidad de rentistas: en vez de invertir y producir más, les vale tener compinches en la política que repartan privilegios económicos.

Otra concesión infortunada a los del No es haber comprometido la justicia especial al impedir la participación de magistrados extranjeros, especialistas en la materia y sin conexiones con política nacional, pero sobre todo con la derecha nacional que tanto ha corrompido el sistema. Estamos tan acostumbrado a la venalidad de los jueces propios que quizá nos da vergüenza que vengan extranjeros a enterarse de las graves fallas de nuestro sistema nacional de inequidades.

Doy por descontado que el Centro Democrático no le dará el aval al nuevo acuerdo, fundamentalmente porque les proveerá de santa justificación para su campaña electoral del 2018. Pero además porque la alienación de los astros lo favorece con el ocaso del orden internacional liberal, bajo el ataque de la derecha nacionalista en Estados Unidos y Europa. En la campaña en contra del acuerdo de paz contaron con un fuerte componente ideológico y con la militancia radicalizada de las iglesias y otras fuerzas de derecha, que lograron doblegar el acuerdo. Éste había sido alcanzado sin la participación de la ciudadanía en sus deliberaciones y sin que los partidos políticos de la coalición del Gobierno movilizaran sus huestes, lo cual sólo hacen, si acaso, mediante intercambios clientelistas o la compra de votos.

A la izquierda le corresponderá defender la paz y movilizar a los ciudadanos con el problema de fondo de que su discurso fundamental antiglobalización se lo apropió la derecha. Será tarea de los grupos de centroizquierda y liberales doctrinarios avanzar en el camino de la civilización. No será fácil.

Salomón Kalmanovitz | Elespectador.com

 

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El Espectador