¿Qué pasó en Reficar?

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¿Qué pasó en Reficar?
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Lunes 08 de Febrero 2016
Tomado de http://www.todelar.com/reficar-el-mas-grande-escandalo-de-corrupcion-robledo/

La mayor inversión pública en la historia del país fue la ampliación de la Refinería de Cartagena. Estamos hablando de $26,4 billones, equivalentes a 3,4% de la riqueza que anualmente se produce en Colombia. La Contraloría ha encontrado un gran número de inconsistencia y sobrecostos que pueden tener implicaciones penales para los responsables.

Si nos remitimos a las controversias sobre la factibilidad y rentabilidad del proyecto que se inicia en el 2006, hubo voces que advirtieron que no tenía sentido económico ampliar la Refinería de Cartagena por la presencia de una gran capacidad instalada y sin utilizar en las plantas de Curazao y en Puerto Príncipe (Trinidad&Tobago), muy cercanas a los puertos del Caribe colombiano. En consecuencia, el valor agregado en el país no iba a contar con suficientes economías de escala. La realidad de que contamos con reservas de petróleo por sólo ocho años y medio mata el argumento de que necesitábamos procesar el crudo pesado que se extrae de los yacimientos colombianos.

El presidente Santos salió a señalar que el “pecado original” de los sobrecostos de Reficar se le deben atribuir a las administraciones de Álvaro Uribe. Este recusó advirtiendo que Santos había inaugurado la planta con orgullo y que las irregularidades se debieron extender de 2010 en adelante. Lo cierto es que en 2012 Juan Carlos Echeverry de ministro de Hacienda denunció irregularidades que provocaron la renuncia de Orlando Cabrales de la gerencia de la refinería. Sin embargo, los costos siguieron sin controlarse adecuadamente, mientras que las investigaciones de Procuraduría y Contraloría languidecían.

Hay dos hechos muy importantes que pueden relacionarse con los fiascos de Ecopetrol. El primero es la microgerencia de Uribe en miles de proyectos, que en este caso dieron lugar a la decisión de hacer la refinería contra viento y marea; la fallida asociación con Glencore, una firma minera sin experiencia en el negocio petrolero, fue también tomada en Presidencia.

El segundo hecho es la modalidad abierta que asumió el gobierno Uribe en la contratación de obra pública que ocasionó los enormes sobrecostos presentes en todas las doble calzaditas que se hicieron durante sus administraciones y que apenas se están terminando. La capacidad de los contratistas de añadir costos no contemplados originalmente, la presencia de adelantos generosos y la disposición del Gobierno a asumir los cuentas adicionales dieron lugar a grandes empresas, como la de los Nule, que estafaron a la Nación y a muchas ciudades por varios billones de pesos.

De nuevo en el caso de Reficar la misma modalidad de contratos abiertos se hizo con la Chicago Bridge and Iron Company, otra empresa que tampoco se especializaba en la construcción de refinerías. La tronera abierta por esta generosa modalidad contractual permitió que los sobrecostos se amontonaran, resultado de una combinación de decisiones entre ingenuas y corruptas, lo que da lugar a una pérdida que todavía no se puede cuantificar. Muchos contratistas nacionales y extranjeros se beneficiaron y es probable que sus presiones acallen el escándalo.

Reficar tiene una deuda con la banca internacional por US$3.000 millones y de US$2.000 millones con Ecopetrol. Su gerente actual, Reyes Reinoso, asegura que las utilidades a obtenerse, cuando opere a toda capacidad, serán suficientes para pagar las deudas y que en 13 años será una empresa rentable.

Salomón Kalmanovitz | Elespectador.com

Donde fue publicado: 
El Espectador