Actualmente el usuario, gracias a los avances en el área de las materias primas, materiales y acabados, tiene la posibilidad de seleccionar variedad de productos, acordes con la funcionalidad y la durabilidad que requiere. .
Para entender el fenómeno que viven las áreas del diseño interior y de la decoración, con respecto a la tecnología, solo se necesita analizar tan solo una de las herramientas que conocemos y usamos a diario: el bombillo. Por esta razón, en iluminación encontramos tanta evolución tecnológica y de productos que se ofrecen a base de fibras ópticas, yoduro metálico, vapores de sodio y mercurio. Además, están las halógenas, las incandescentes y las fluorescentes; todas ellas, con aplicaciones diferentes según la atmósfera o el uso del espacio donde son instaladas. De esa manera, se pueden lograr diversas sensaciones y rendimientos. El resultado beneficia, tanto lo estético y funcional, como la economía, ya que consumen poca energía, son muy durables y tienen una reposición de largo tiempo.
Por todas esas alternativas y ventajas, es posible ver en los materiales el desarrollo en calidad, variedad y sofisticación. Ese fenómeno motivó a los productores de elementos para la decoración tales como muebles, accesorios, fibras textiles, maderas y acabados arquitectónicos, entre otros, a multiplicar la oferta y a ofrecer posibilidades prácticas y económicas. Calidad al alcance Gracias a ello encontramos muebles que no se deforman, durables, livianos y fáciles de mover, elaborados con estructuras en resinas sintéticas, que aguantan el uso y, mejor aún, el abuso. Por ejemplo, están los elementos como las chapas sintéticas que simulan cualquier material natural, pero que, por el contrario, son repelentes a las quemaduras y a las manchas.
NOTA ORIGINAL: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-289400