China lo tiene todo para ser la primera potencia mundial, a pesar del ‘freno’ que suponen las medidas políticas y económicas adoptadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Así lo discutieron expertos investigadores de Utadeo y las universidades de los Andes y Externado, en el marco del conversatorio “¿Para dónde va China?”, organizado por el Observatorio Asia Pacífico de nuestra Universidad, a propósito de la reestructuración de este centro de estudio, de cara a su fortalecimiento como estandarte de los estudios chinos en la región.
Tras 40 años del inicio de la apertura política de China, este país ha logrado ponerse en el radar no solo de las potencias comerciales, sino también militares, políticas y educativas en el mundo, aspectos que abordaron los expertos en este laboratorio. Según cifras de la Embajada de Colombia en China, el país asiático es el segundo socio comercial de nuestro país, con un intercambio económico cercano a os 13.000 millones de dólares.
Sin embargo, puntualizaron los expertos, a pesar de que China ha querido estrechar relaciones con los países latinoamericanos, involucrándolos en apuestas comerciales de gran envergadura como la nueva Ruta de la seda (también llamada “La Franja y la Ruta”), el llamado solo ha sido aceptado por países como Panamá y El Salvador, con quienes se proyectan conectores marítimos de esta ruta.
En todo caso, puntualizaron, no basta con pensar ¿hacia dónde va China? Sino que el debate se debe centrar sobre cómo entender a ese país desde sus propias lógicas pragmáticas, razón por la que en la academia se hace necesario formar verdaderos chinólogos que, de manera holística, entiendan los escenarios geopolíticos y geoeconómicos de ese país.
Enrique Posada, director del Observatorio Asia Pacífico de Utadeo
En esto coincide Pio García, uno de los expertos en estudios de Asia de la Universidad Externado de Colombia. Para él, “China tiene sobre sus espaldas la reconstrucción del orden multilateral”, al tiempo que genera una especie de contrapeso a las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, razón por la que busca establecer importantes alianzas en Latinoamérica y la Unión Europea. Sin embargo, enfatizó, a diferencia de Estados Unidos, a China no lo motivan intereses comerciales sino solamente económicos.
El experto también aseguró que se avecinan tiempos de tensiones políticas entre Estados Unidos y China, donde Colombia será un protagonista indiscutible, dada su cercanía al país norteamericano.
Por su parte, David Castrillón, otro de los expertos invitados del Externado, aseguró que, desde occidente, debe verse al taoísmo como marco ontológico, epistemológico y metodológico para entender a China: “China es otra democracia, es moderna pero implica otra modernidad, que no está acorde a los modelos occidentales. China quiere demostrar que se puede ser exitoso sin ser necesariamente occidental y ese es un discurso emancipador para otras naciones”, aseguró el experto tras recordar que la nación asiática propone un nuevo tipo de relaciones internacionales, donde ni Estados Unidos ni sus aliados están a la cabeza.
En sintonía con este postulado, la profesora Angélica Alba, del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de Utadeo, sugirió que China está disputando la hegemonía global, en una estrategia que apela a lo político, así como a expandir su influencia por el mundo, pero ¿hasta dónde está preparado occidente para legitimar la filosofía china?
Ante ello, el director del Instituto Confucio y del Observatorio Asia Pacífico de nuestra Universidad, Enrique Posada, sugiere que “La Franja y la Ruta” no solamente supone un intercambio comercial sino también de conocimiento en doble sentido. Así bien, aunque Colombia no tiene la manera de competir con China en términos de exportación de manufactura, si puede compartir sus experiencias en torno a instituciones del orden social y educativo, como lo es el caso de Bienestar Familiar y el SENA, que se han convertido en un referente para los asiáticos, al tiempo que, mediante cooperación, Colombia puede alcanzar desarrollos tecnológicos por parte de ese país.
Finalmente, en el ámbito de la seguridad, el profesor tadeísta Francesco Mancuso habló acerca del poderío marítimo que ha desarrollado China en los últimos años: “China se está estructurando militarmente de manera similar a como lo ha hecho Estados Unidos en el mundo”. De este modo, rescató el ejemplo de las bases militares orientales en Yibutí, la capacidad de proyección armamentística en aguas profundas y su creciente liderazgo en la construcción de islas artificiales. Rescató también que, aunque China sostiene alianzas con Rusia, el país ha sabido hacer un buen manejo diplomático, al no ser percibido como un antagonista.
A repensar a China desde la academia
Para Luis Cantillo, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado, lo primero que debe preguntarse la academia es cómo va esta en torno al estudio sobre China, razón que lleva a estructurar un pensamiento más profundo por parte de los colombianos hacia ese país, a partir de la publicación de artículos, la realización de seminarios y la constitución de una semana universitaria china.
Precisamente, en el ámbito de la educación, Martha Ferro, coordinadora del instituto Confucio de Utadeo, indicó que China es uno de los países con mayor apertura educativa hacia el mundo, pues actualmente abre sus puertas a cerca de 400.000 estudiantes extranjeros por año.
Resaltó, además, que ese país tiene una serie de políticas que incentivan el intercambio académico, la homologación de créditos, y a través de los Institutos Confucio, la transferencia cultural de saberes en torno al idioma. Así, por ejemplo, el país oriental inició en 2015 un plan de inversión de capital público en universidades extranjeras.
Dadas las anteriores implicaciones, sería válido preguntarse no ¿hacia donde va China?, sino más bien ¿hacia donde van las relaciones de Colombia y Latinoamérica con China? La pregunta ofrece más incógnitas que respuestas, pero es tarea de la academia, y ahora del Observatorio Asia Pacífico de Utadeo, ser el faro que ilumina esa discusión.
