Orientación Estudiantil, contribuye a ofrecer herramientas a estudiantes para desarrollar competencias para la vida.

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Orientación Estudiantil, contribuye a ofrecer herramientas a estudiantes para desarrollar competencias para la vida.
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Martes, Septiembre 17, 2019
Estudiantes

En el marco de la estrategia Orientación al Aula,  que Bienestar Universitario ha venido adelantando con el propósito de ofrecer herramientas y alternativas al estudiante tadeísta que contribuyan a mejorar su desempeño académico y sus relaciones interpersonales en la vida universitaria, un grupo de profesionales del área de Orientación Estudiantil, se desplazó al Centro de Biosistemas Utadeo ubicado en Chía, donde a través de dar a conocer el significado y los impactos negativos que conlleva la acción de procrastinar, compartieron experiencias y vivencias con los estudiantes de primer semestre de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingenierías.

 

Según Fabián Coelho, profesor de la Universidad de los Andes, “Procrastinar es una forma de evadir, usando otras actividades como refugio para no enfrentar una responsabilidad, una acción o una decisión que debemos tomar. Las personas procrastinan de diferentes formas, algunas llegando al extremo de hacerse adictas o dependientes de esas otras actividades externas, como, por ejemplo, ver televisión, Internet, redes sociales, celular, jugar videojuegos, ir de compras o comer compulsivamente. Por este motivo, la procrastinación llega a asociarse con un trastorno del comportamiento en el cual el sujeto relaciona en su mente aquello que debe hacer con dolor, cambio, incomodidad o estrés. Al procrastinar, lo que hacemos es posponer las cosas para un futuro indefinido e idealizado, en el cual creemos que tendremos el tiempo suficiente para realizar aquel asunto pendiente de la manera que queremos. Procrastinamos por diversos motivos: estrés, ansiedad, perfeccionismo, miedo al fracaso, impaciencia o por sentirnos saturados de responsabilidades”

 

Bajo estas reflexiones alternadas con actividades lúdicas casi 80 estudiantes también conocieron la técnica de pomodoro, que es la práctica de elegir una sola tarea y hacer el pequeño esfuerzo de pasar 25 minutos concentrado por completo en esa iniciativa, seguida de pequeños descansos.

 

Mientras un grupo recorría las instalaciones del Centro de Biosistemas, conociendo su funcionamiento, otro grupo  se dispuso a practicar la técnica del pomodoro que busca el logro de tareas en un tiempo determinado y estimula la capacidad de concentración.


Al final  de la jornada, se hizo entrega de un separador a cada estudiante para que allí escribiera su compromiso relacionado con la acción de dejar de procastinar  y motivándolos a organizar su tiempo, incorporando unos momentos, después de cumplir sus obligaciones a la diversión, recreación y redes sociales.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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