¿Sabías que anualmente se sacrifican más de 60.000 millones de animales para la alimentación humana y que la naturaleza de nuestro organismo no tolera la carne? Para Diego Fernando Rivas (Kripa Rama Das), maestro de yoga y director de la Escuela de Yoha Inbound, el sentido de la ecología “es ser conscientes de nuestra casa, y nuestra casa es el cuerpo”, razón por la cual debemos ser consecuentes con la forma como este realiza su metabolismo y del impacto que están generando nuestros hábitos alimenticios en los demás seres vivos de planeta.
Rivas, quien impartió la charla sobre “Alimentación y medio ambiente”, en la más reciente Semana Ambiental Tadeísta, organizada por la Oficina de Desarrollo Organizacional de Utadeo, recordó que a lo largo de los años le hemos quitado el alma a los animales, olvidándonos de su esencia como seres humanos e infligiéndoles sufrimiento.
Menos carne, más vegetales
Según el conferencista, los seres humanos somos carnívoros de tercer orden, y en esa medida, poseemos mecanismos de masticado y digestión diferentes a los de depredadores como el león. Así, por ejemplo, este último animal tiene aproximadamente diecinueve veces más acido clorhídrico en su intestino que un humano, lo que le permite generar procesos digestivos mucho más rápidos y eficientes, en cuanto a consumo de carne se refiere.
Para Rivas, es clave entender el “diseño inteligente” de nuestro cuerpo, pues el tránsito lento de los productos cárnicos en nuestro organismo genera toxinas que pueden conducir a enfermedades como el cáncer y la arterioesclerosis, que en algunos casos pueden ser mortales. Sin embargo, el experto en yoga enfatizó que nuestro ritmo de alimentación, dada la cadena evolutiva a la que pertenecemos, se asimila a la de los primates, quienes son herbívoros.
Tráiler del documental Samsara, presentado durante la conferencia.
Sumado a ello, la ganadería ocasiona deforestación y pone en peligro el agua potable del planeta, pues la mitad del liquido preciado se utiliza para esa actividad, que a su vez contribuye al efecto invernadero y la emisión del Dióxido de Carbono (CO2).
Como si fuera poco, muchos de los alimentos que consumimos a diario contienen químicos tóxicos como el mercurio, y muchos de los vegetales con los que nos alimentamos provienen de cultivos transgénicos.
Volver a las huertas caseras, consumir alimentos orgánicos libres de químicos y conservantes, así como limitar o eliminar la dieta de carnes y algunos lácteos de nuestra cotidianidad, fueron algunos de los consejos que brindó Kripa Rama Das a los asistentes.