David Puentes, entre las plantas y las tablas
En el 2014 David Puentes tenía el dilema que la gran mayoría de jóvenes adolescentes enfrenta al finalizar el colegio: ¿qué voy a estudiar? Su futuro se encontraba entre la pasión por la actuación y una carrera relacionada con temas ambientales, ya que siempre ha tenido afinidad por estas dos áreas.
“Revisé varios programas de Ingeniería Ambiental pero ninguno me convencía. Una prima que había estudiado Biología Ambiental en la Tadeo me mostró el pénsum que me enamoró de primerazo”, comenta David.
Iniciar no fue fácil para Puentes y confiesa que tuvo momentos críticos: "en segundo semestre me iba a retirar, me costaba un poco, al final seguí con la carrera pero fue una lucha constante”, señala. Sin embargo, en quinto semestre encontró la materia que lo enamoraría de la carrera: Ecología. “Esa materia es un antes y un después, fue como cuando uno encuentra su pareja perfecta, su media naranja”, añade.
Aunque la ciencia es su tema principal en la academia, en sus ratos libres el arte de la actuación lo inspira. “Yo empecé a actuar por rebeldía”, comenta David, quien curiosamente en el colegio habló con todos los profesores para que eliminaran el énfasis en artes e implementaran uno de medicina, cosa que nunca pasó.
“Un profesor que hacia parte del énfasis en prototipos tecnológicos me llamó y me dijo que me uniera pero yo no quería, así que por rebeldía me fui para artes, allá empezó la curiosidad por la actuación”, señala. Luego, David tuvo la oportunidad de viajar a Neiva junto al grupo de improvisación Improsadistas que lideraba el profesor Arbey Rubio, de quien aprendió las bases del teatro.
En la Tadeo alternaba la biología con la actuación. Empezó a participar en casting que hacían los estudiantes de cine y televisión, logrando participar en muchos de los proyectos que estos realizaban.
En el 2016 se presentó a una productora para un proyecto que un año después le abrió nuevas oportunidades. “Un día en la universidad me encontré con una profesora que había participado en el rodaje y me dijo que la producción había sido elegida en Señal Colombia”, comenta David, que se llevó una sorpresa total al enterarse, pues nunca le advirtieron sobre la presentación del proyecto para la convocatoria en el canal público.
La vida de David siempre ha sido una combinación entre arte y la ciencia, prueba de esto es el día cuando se lanzaba la producción en Señal Colombia. Ese día también esperaba la respuesta de Parques Nacionales para un voluntariado al cual se había postulado.
“Cuando estaba en el lanzamiento me llegó la respuesta de Parques Nacionales; al otro día me iba al Santuario de Fauna y Flora de Iguaque en Villa de Leiva”, señala. David se interesó en este voluntariado con el fin de estudiar la planta espeletia grandiflora, un frailejón de paramo.
La noche del lanzamiento se encontró con Jorge Hugo Marín, director de la compañía de teatro La Maldita Vanidad, quien le comentó su interés de trabajar en un proyecto en conjunto donde el perfil de David encajaba. Meses después, en Octubre del 2017 recibió la llamada de Marín donde le comentó a profundidad sobre el proyecto: una historia real sobre un transexual en el barrio Santa Fe que no quería ser transexual, pero fue obligado.
Desde ese año todo empezó a mejorar para David tanto en la actuación como en la biología. En la universidad se convirtió en tutor de lectoescritura, monitor de la materia Biología para ingenieros y empezó a trabajar en un proyecto relacionado con una consultoría ambiental costera. “Ahí me di cuenta de que sí servía para esto”, señala David mientras se ríe.
Sumado a todo lo anterior, en el 2019 logró junto a su actual asesor de tesis, el profesor Luis Fernando Beltrán del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de Utadeo, ganar la convocatoria del Fondo de Innovación “100.000 Strong in the Americas” del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Esta convocatoria permitía la movilidad de estudiantes colombianos y americanos, de tal modo que este programa le permitió viajar a Estados Unidos a inicios de este año.
“Mi último día de pregrado fue muy especial porque sucedían varias cosas,” señala David, que enumera con la mano las cosas que pasaron. “La primera era que terminaba la universidad, la segunda es que estrenaba la obra para la cual me habían contactado de La Maldita Vanidad en el Teatro Julio Mario Santo Domingo y la tercera es que ese día se acababa el proyecto 100k”. Ese día todos los compañeros del proyecto, su familia y amigos estuvieron acompañándolo en lanzamiento de la obra.
En Utadeo, además de ser estudiante, tuvo la oportunidad de presentar la obra Amnesia, de la cual fue productor y actor. Aquella obra llenó el Aula Máxima, además de ser elegida para presentarse en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá al ganar la convocatoria Jóvenes Creadores.
“A la universidad le debo la compresión de haberme permitido alternar el arte con el estudio, siempre hubo flexibilidad por parte de los profesores”, señala David, quien ha fusionado el arte y la ciencia, desde que las plantas y las tablas se encontraron en su vida.
*Actualmente David Puentes actúa en la obra Promesa de Fin de Año que se presentará hasta el 6 de julio, de jueves a sábado a las 8:00 p.m. y domingos a las 6:30 p.m. en la Casa de La Maldita Vanidad (Carrera 19 N° 45a-17). Las boletas tienen un precio de $35.000.
Por: Miguel Durán
Oficina de Comunicación Utadeo
