Joseph Hernández, un fotógrafo del espacio

Joseph Hernández, un fotógrafo del espacio

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Joseph Hernández, un fotógrafo del espacio
Jueves, Marzo 15, 2018
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“(…) y al otro día, el regalo fue que apenas cayó la noche, empezaron a aparecer estrellas. No había una sola nube y alrededor de las ocho de la noche la galaxia empezó a elevarse por el horizonte”.
Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación / Kate Granados / @Joshphotoart

Del 6 de marzo al 8 de abril se expone en el Planetario de Bogotá la colección fotográfica Cundinamarca Nocturna, del tadeísta Joseph Hernández y de Leonardo Villa.

Joseph es Productor de Imagen Fotográfica y habló con Utadeo sobre la exposición, su paso por la Universidad y su pasión por el cielo nocturno y los cuerpos celestes.

A este tipo de fotografía se le conoce como Astrofotografía, ¿en qué consiste?

La astrofotografía tiene varias vertientes. Si vamos a hablar de astrofotografía pura, es fotografía del espacio profundo, fotografía de nebulosas, de cuerpos celestes que están en el espacio. Si vamos a hablar de astrofotografía de paisaje, ya viene en un contexto mucho más documental porque es el registro de cuerpos celestes en contraste con el paisaje o morfologías terrenales.

Para hacer astrofotografía independientemente de la calidad del dispositivo, se puede lograr incluso con una cámara análoga, con una cámara que permita el manejo de ISOs, de velocidades, de diafragmas y partiendo de las técnicas básicas es que uno aprende a tomar buenas fotografías de noche.

 

Hablemos de la Exposición, ¿qué se encontrará quien vaya a Cundinamarca Nocturna?

Cundinamarca Nocturna nace de un proyecto con un aliado, un gran amigo fotógrafo, Leonardo Villa. Juntos empezamos a crear una campaña, una idea, una noción de proteger el ambiente, de crear un vínculo con las personas y el paisaje nocturno, porque muchas personas dicen que el paisaje diurno se transforma en la noche, que permite ver cosas que son imposibles de ver por el ojo humano y por medio de la fotografía abarcamos ese tema, para que las personas se acerquen, hagan parte y se apropian del lugar.

Cundinamarca Nocturna son paisajes en contraste con cuerpos celestes, la vía láctea, estrellas fugaces, que aparecen en el momento en el registro de la larga exposición, exaltando que tenemos un patrimonio cultural y natural, que debemos aprovechar y cuidar como algo que nos pertenece. La muestra son 15 fotografías, están impresas en sustrato de cromaluz y está desde el 6 de marzo hasta el 8 de abril.

¿Cómo se hace una de estas fotografías?

En el ámbito fotográfico, para preparar una buena toma se requiere de planeación, estudio, investigación, exploración, necesariamente en la práctica nocturna se requiere mucho eso. Es salir, por ejemplo, en la noche, estudiar el comportamiento de los astros.

Para la realización de Cundinamarca Nocturna, como Colombia está casi en el Hemisferio Sur del planeta, tuvimos que estudiar esos comportamientos, el comportamiento del clima, la salida de los cuerpos celestes dependiendo de la época y estación del año, el porcentaje de contaminación lumínica que circunda la capital del país, porque es algo que imposibilita la práctica. También el aguante (risas), porque al llegar a lugares como un páramo en el que la temperatura es cero grados, sufres con problemas como que se te empañó el lente, te congelaste, eso causa hambre, el cansancio, porque son lugares que están a una altura mayor a la de Bogotá. Pero, como te digo, todo requiere de preparación, de saber a dónde vas a llegar y contar con el apoyo, contactos, porque hay sitios a los que llegas, como Parques Naturales, que están cerrados y necesitas conseguir los permisos, si vas a entrar a un terreno privado, pues necesitas hablar con las personas.

¿Qué lo motivó a trabajar este tipo de fotografía?

Yo desde pequeño quise ser astronauta, entonces siempre tuve una afinidad con el cosmos, con las ciencias astronómicas y cuando entré a la Tadeo, empecé a crecer acá, y me di cuenta que ese sueño que tenía de niño lo podía alcanzar por medio de la fotografía. Esa fue mi tesis, que fue muy buena gracias a la dirección de Paula Acosta, y desde ese momento me di cuenta que podía lograr ese sueño de niño. Mi afinidad con el cielo, con el firmamento, el ambiente, la naturaleza y esos cuestionamos del hombre empezaron a hacerse mucho más fuerte y ahora se convirtió aparte de un sueño, en un propósito a futuro con muchas organizaciones, de proteger el ambiente y conservar los cielos nocturnos.

¿Cómo le aportó la formación de Utadeo en ese camino?

Yo agradezco mucho a las directivas, a quienes me apoyaron y nos enseñaron, precisamente porque acá fue que empecé a formarme. Desde la parte fotográfica entendí muchos conceptos desde lo documental, lo artístico, lo plástico, desde la preproducción, la producción y demás. Gracias a eso hoy en día he logrado resultados que me dejan muy contento y la idea es tocar a las personas con la imagen, de llegarles y no mostrarles una imagen porque sí sino que detrás de cada imagen haya una historia, un contexto que pueda responder a paradigmas que las personas tengan.

¿Alguna fotografía favorita de las que se exponen en Cundinamarca Nocturna?

Tengo una que me llega mucho. En el 2016, después de graduarme, con ese sueño de enseñar, porque me encanta enseñar, creé una firma que se llama Travesía Celeste. Empecé a invitar a las personas a que me acompañaran en este tipo de viajes, a compartirles lo que mis ojos veían, porque muchas personas decían que era un montaje, que era imposible, que tenía efectos, y yo les decía que no, que eso está arriba de nosotros. Entonces empecé a invitar a la gente, armé grupos y empecé a incentivar a la práctica y la exploración en campo. Y bueno, esa fotografía se llama El Encuentro, está la vía láctea y esa fue la noche anterior al eclipse del año pasado en agosto. Fueron 30 personas que me acompañaron a Suesca, personas que nunca habían visto la galaxia y que nunca habían hecho fotografía. Eso fue el sábado, el clima no ayudó porque se nubló totalmente. Las personas estaban defraudadas, como tristes, porque tanto esfuerzo, y pues, es algo que uno no puede controlar. Y al otro día, el regalo fue que apenas cayó la noche, empezaron a aparecer estrellas. No había una sola nube y alrededor de las ocho de la noche la galaxia empezó a elevarse por el horizonte y estas personas obviamente quedaron contentísimas y me creyeron. Además vimos la estación espacial internacional cruzar de uno al otro lado del horizonte. Todo fue espectacular. Fueron personas que se llevaron su primera imagen de la Vía Láctea, del paisaje, entonces eso me llenó mucho. Estaba logrando que otras personas sintieran lo mismo que siento yo con esto.

 

Solo quedar invitar a que las personas asistan a la exposición…

Yo los invito a que asistan, es algo que nace desde el corazón, que nació desde una mesa, desde un carro en un viaje proyectando la enseñanza, acercando a las personas a estos ambientes biogeográficos y promoviendo también el cuidado ambiental y de los cielos nocturnos. Y, bueno, deben ir para que también entiendan la sensación y esa perfección que está arriba de nosotros como una ventana al pasado, que es uno de los legados que deja la exposición.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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