#LosLABS: El arte y la ciencia se encuentran y fusionan en Enlaces
¿Quién dijo que la ciencia y el arte no pueden vivir juntos? Desde el laboratorio Enlaces, con sus electivas de Arte y Ciencia y Química a la Carta, Tadeo Lab aplica acciones enfocadas en el método científico y sus conexiones con el arte y el diseño, como mecanismos para desarrollar proyectos de innovación y dinámicas de apropiación social del conocimiento.
El laboratorio inició en el 2014, como uno de los primeros espacios interdisciplinares que tuvo Tadeo Lab, de la mano de Ana María Campos, cofundadora de Tadeo Lab, quien, en conjunto con la profesora Natalia Kempowsky, del programa de Artes Plásticas de Utadeo, trabajaron con los estudiantes en torno a proyectos de arte y ciencia.
En el 2015, gracias a la gestión de Catalina Quijano, directora de Tadeo Lab, el proyecto se expande a la aplicación de las metodologías de las ciencias sociales, encontrando convergencias con el arte, a partir del trabajo en torno a la cartografía social y el análisis etnográfico en el barrio Las Nieves, el cual contó con el apoyó de la profesora visitante del Centro para la Investigación e Interdisciplinariedad (CRI), Amélia Legavre. Al final de este ejercicio académico, se llevó a cabo una intervención en la plazoleta de la Biblioteca de Utadeo, en la que se instaló una habitación al aire libre, donde se contaban las historias del barrio.
Rápidamente, el laboratorio tendría importantes aliados a nivel internacional. Uno de ellos fue Uros Petrewski, ampliamente reconocido en Francia, al desarrollar un dispositivo llamado WEIO, una tarjeta de arduino que posibilita desarrollar diferentes tipos de interacción; él compartió con los tadeístas y la comunidad del barrio Las Nieves, en torno a brindar soluciones para la apropiación social del conocimiento, utilizando la tecnología.
Posteriormente, Ana María Campos vuelve a unirse al laboratorio, esta vez en el marco de la clase Arte y Ciencia y de la electiva Química a la Carta. En la primera de ellas, por ejemplo, se hace un trabajo de laboratorio para la creación de pigmentos. Por el otro lado, desde Química a la Carta, se busca establecer vínculos entre los sabores y moléculas, desde la experimentación en torno a la composición de los diferentes alimentos. Ambos espacios se caracterizan por generar experiencias significativas de investigación científica del que pueden hacer parte los estudiantes de diferentes programas académicos.
“Tener contacto con estudiantes de otras carreras me cambió la forma de ver la educación, pues siento que es un aprendizaje recíproco, en el que se generan espacios, donde lo importante es compartir conocimiento, experimentar y se escuchan todas las propuestas, llegando a iniciativas que dan luz a proyectos basados en los intereses de los estudiantes”, comenta Campos.
Precisamente, a partir de estas exploraciones, comienzan a surgir trabajos de gran impacto, que mutan del trabajo en clase al emprendimiento científico. Uno de los más importantes es el que se adelanta en torno al cacao, en conjunto con el entonces profesor del programa de Publicidad, Juan José Arango, y con el hoy egresado tadeísta Alejandro Mogollón, que da luz a Aborigen, una empresa de cacao gourmet que hoy tiene un amplio impacto en algunas comunidades cacaoteras del Catatumbo y la Sierra Nevada de Santa Marta (conoce más sobre este emprendimiento).
Pero no solo ha sido a través del cacao que nuestros tadeistas han explorado una nueva generación de alimentos, algunos de ellos funcionales, con alto contenido nutricional y que hacen uso de frutos exóticos como la chamba, pero también otros productos como cosméticos, cuyos tintes son naturales, o el desarrollo de una nueva cerveza.
“Los estudiantes se dan cuenta de que sí pueden desarrollar productos únicos, y al acercarse a ambientes totalmente ajenos a su profesión y sentirse cómodos, eso hace que se interesen más por los temas científicos”, agrega Campos.
De igual forma, en colaboración con el profesor Germán Benavides, el laboratorio se ha aproximado al diseño y desarrollo de varios interacciones y dispositivos que vinculan al arte y la ciencia, como parte del espacio “Cacharreando con Ciencia”, en las dos últimas ediciones de Expociencia, evento que es organizado por la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC).
El año pasado, en un trabajo conjunto entre Quijano y Campos, en la conmemoración de los 500 años del fallecimiento de Leonardo Da Vinci, la celebración de los 150 años de la Tabla Periódica y los 100 años de la Bauhaus, desde el laboratorio se desarrollaron apuestas innovadoras e instalaciones tecnológicas que involucraron a toda la comunidad académica, incluso a los consejeros de la Universidad. Uno de ellos, el también exrector de Utadeo Evaristo Obregón, quien fue un asiduo visitante a estos escenarios de construcción de ciencia y arte.
Pese a la pandemia, los emprendimientos científicos han continuado. Durante el primer semestre de este año, un grupo de estudiantes de los programas de Biología Marina, Diseño Interactivo e ingeniería de Sistemas propusieron “In Lab”, un laboratorio virtual de química que permite que los estudiantes, haciendo uso de la realidad aumentada, se aproximen a todos los procedimientos científicos que se generan en dichos espacios.
Uno de los estudiantes más destacados por su participación en el laboratorio de Enlaces fue Miguel Antonio Caro (derecha) (QEPD). A través de este espacio, logró consolidar varios proyectos que involucraban el arte y la ciencia, con impacto social
“Siento que en TadeoLab se puede hacer todo tipo de proyectos; precisamente, existen muchos laboratorios y cada uno tiene un enfoque diferente de lo que se puede trabajar en él. Aquí se respira el arte, la ciencia y la tecnología, pero siempre con temas que pueden ayudar a la comunidad”, comenta Daniel Escobar, uno de los estudiantes que participó en In Lab, una apuesta tecnológica que se desarrolló en dos meses y que, en últimas, en medio del confinamiento que se vive, busca acercar el trabajo en el laboratorio al estudiante, especialmente lo que tiene que ver con el área de cromatografía.
La apuesta del lab, a mediano plazo, es poder ser reconocido como un actor del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Ministerio de Ciencia, especialmente apuntándole a convertirse en un centro de ciencia, en el que se puedan fortalecer los procesos de apropiación social del conocimiento. Hasta el momento, esta iniciativa ya cuenta con la aprobación de la Vicerrectoría Académica de la Universidad y la propuesta será presentada en los próximos meses antes ese ministerio, por parte de Ana María Campos y la estudiante Gabriela Gil.
“Lo mejor de trabajar ciencia en la universidad es que la ciencia está implícita en todo, y en el laboratorio te aproximan a la ciencia desde la cotidianidad, algo que me ha servido mucho en mi formación como ingeniera”, apunta Gil, quien actualmente es monitora de Tadeo Lab.
